Entre cerca de mil voluntarios, la Vicepresidenta de la Diputación Provincial, Elisa Sancho, y la responsable de Derechos Sociales, Susana Blanes, se han sumado hoy a la Gran Recogida de Alimentos cuya actividad continúa durante toda la jornada de este sábado y todavía necesita más manos para conseguir llegar a los 100.000 kilos que luego van a parar a las familias que no llegan a cubrir las necesidades más básicas. Para colaborar contactar en cualquier momento con el 683 179 050, bien a través de una llamada o vía whatsapp.

Antes de las fechas navideñas, para Elisa Sancho "esta acción es necesaria para paliar la brecha de desigualdad que se ha abierto en los últimos años". Tras las dos horas que son necesarias para colaborar en una de las 88 superficies comerciales de la provincia, también se mostraba orgullosa de "la solidaridad que demuestra la ciudadanía oscense cada vez que se les hace un llamamiento de este tipo".

Desde el Banco de Alimentos de Huesca que organizan todo este operativo por octavo año consecutivo, Julia Lera y Luis Artero piden un esfuerzo más a los altoaragoneses porque "todavía nos hacen falta voluntarios para cubrir los turnos del sábado". Su labor se centra en motivar a los clientes de estos establecimientos a hacer sus donaciones e informarles del tipo de alimentos que más se necesitan para la cesta básica. Aunque destacan el papel de esta recogida, también apuntan que es alrededor de un 20% de los más de 600.000 kilos que reparten en un año.

La organización de la Gran Recogida es compleja para que no se quede solo en establecimientos colaboradores de la capital y llegar a unas quince localidades, entre las que se encuentra Binéfar, Jaca, Sabiñánigo, Monzón o Fraga, sino también Binaced, Aínsa, Boltaña, Graus, Altorricón, Escarrilla, Tamarite, Hecho, Grañén o Benasque.

Con productos como leche, galletas, azúcar, arroz, aceite, azúcar, conservas o pasta van llenando los voluntarios las cajas que pueden pesar entre 200 y 600 kilos. Después de esta Gran Recogida y hasta el mes de enero, al Banco de Alimentos le queda la tarea de clasificarlos por consumo y caducidad que este año lo hará en una nave cedida por el Ayuntamiento de Huesca.