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Ahorro energético en los municipios
Imagen: Ahorro energético en los municipios 15-07-2019 Ayudas y subvenciones

Con una inversión de más de 5 millones de euros desde que se puso en marcha, hasta 150 ayuntamientos altoaragoneses ya están trabajando en reducir su factura energética con unas actuaciones que consiguen beneficios medioambientales para toda la sociedad y la mejora en la capacidad de financiación municipal por la vía de ahorrar en el gasto corriente. Este es el reto que plantea la Diputación Provincial de Huesca con el Programa de Eficiencia Energética que este año contará con otros 600.000 euros en una nueva convocatoria para la que se ha contado con la cofinanciación de los Fondos FEDER y a la que ya han concurrido los ayuntamientos y está en proceso de valoración técnica.

Muchas localidades altoaragonesas ya hacen balance del ahorro energético, entre las que se encuentran Canal de Berdún, Aísa o Santa Cilia, de la comarca de la Jacetania. El incorporarse a este modelo de gestión energética les está proporcionando cerca de un 50% de ahorro energético, lo que supone una reducción similar en el plano económico.

En la Canal de Berdún el bajo consumo se está afianzando y asoman los primeros resultados. Están viendo cómo su factura se reduce casi a la mitad, en concreto según los datos facilitados por el consistorio, se ha pasado de gastar 23.200 euros en 2017 a 11.700 euros durante el pasado año, el primero después del proyecto llevado a cabo. "Ahora depende del buen o mal uso que el personal le dé en los edificios municipales, pero la posibilidad de ahorro y del control en el consumo que ofrecen las nuevas instalaciones es considerable", ha destacado Francis Pérez, alcalde del municipio.

Entre las actuaciones que revierten en el ahorro energético de este municipio al que, además de Berdún, se adscriben los pueblos de Biniés, Martes, Majones y Villareal de la Canal, figura la incorporación de la tecnología led o de potencia inferior al alumbrado público y otras más específicas como la instalación de un reloj en la iglesia de Martes para temporizar el funcionamiento de sus focos. También se ha trabajado en optimizar el bombeo de los cinco poblaciones con sistemas de telegestión e introduciendo biomasa como combustible renovable en las calderas provistas con gasoil del centro social y la escuela de Berdún y en Biniés en su centro de día.

Para lograrlo, la DPH acompaña a los ayuntamientos en el proceso donde se estudia la viabilidad, en la financiación de inversiones e implantación de la nueva tecnología de bajo consumo y posteriormente en el control de la gestión de watios públicos.
En Aísa, con alrededor de 300 habitantes censados, se acometieron reformas en todos sus cuadros de mando y la sustitución de 63 focos de luz del alumbrado. Ahora, disponen de tecnología led con seguimiento astronómico que detecta en tiempo real que los consumos se ajustan a lo previsto y, por tanto, ayuda a ejercer un exhaustivo control sobre las medidas tomadas y la inversión realizada.

Contaron con un presupuesto de cerca de más de 47.000 euros para la ejecución de las mejoras en un plazo de tres meses y su ahorro económico casi alcanza los 5.000 euros entre los dos primeros años desde que dieron el paso. "Hemos renovado el cien por cien del alumbrado de los cuatro núcleos y ahora ya lo hemos podido ver reflejado en la factura", ha precisado el primer edil, José Luis Galindo. Un ahorro que, según precisa "es más significativo si teniendo en cuenta las continuas subidas del precio de la luz". Durante los meses de invierno los gastos eléctricos del alumbrado, por ejemplo de Candanchú, han disminuido solo desde el año pasado en un 35% respecto a los anteriores, manteniendo la misma potencia contratada, según los datos facilitados por el consistorio de Aísa.

Otro de los casos en los que ya existen resultados palpables es en el Ayuntamiento de Santa Cilia. Municipio con el núcleo asociado de Somanes en el que en 2017 acabaron el proceso de mejoras energéticas que significó la sustitución del 80% del alumbrado municipal, optimización de horarios de las casetas de bombeo -con un mayor trabajo nocturno, cuando el  kilowatio es más rentable-, además de una nueva caldera, esta vez de biomasa que, junto con la sustitución de vidrios conducen hacia una reconversión sostenible las instalaciones municipales. Se trata de "una renovación en materia energética, y creemos que es un cambio muy positivo", valoraba el alcalde, Manuel Mañez. Y es que ya es una realidad que la diferencia de coste entre sus viejas facturas y las nuevas es de alrededor de un 40 % menos. "Se nota más la reducción en el consumo que la del coste debi", han precisado fuentes del consistorio.  

Tres fases y un reto
Los ayuntamientos interesados en emprender el camino hacia la eficiencia energética tienen garantizada una ayuda para la realización de una auditoría de su consumo de energía y así obtener propuestas de ahorro a través de pliegos técnicos para la contratación y el apoyo técnico también de la Diputación Provincial. El estudio incluye un análisis de la viabilidad económica de las inversiones necesarias para reformar las instalaciones municipales.
Si la viabilidad es positiva, y el ayuntamiento lo solicita, puede acceder a una subvención para poner en funcionamiento su programa de eficiencia energética que abarca, principalmente, actuaciones en las instalaciones de alumbrado público y bombeo municipales.

El objetivo que se prevé alcanzar en el plan de viabilidad de la mayoría de las localidades es obtener hasta un 50% menos de consumo, posibilitando el máximo rendimiento de los recursos energéticos. Es por ello que el seguimiento del consumo supone un pilar fundamental del proceso y en caso de incidencias o anomalías en el consumo genera avisos que pueden dar lugar a reajustes,  a reprogramar ciertas instalaciones o a modificar la contratación de watios estipulada en la primera intervención. Se suma así al reto de ahorro energético el compromiso con la sostenibilidad medioambiental.