Por esta edición, los conciertos del Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza la Diputación de Huesca llegaron a su fin. El broche de oro llegó de la mano de Eduardo López Banzo y su Al Ayre Español, directo que tuvo lugar en la Iglesia de San Martín de Hecho, de magnífica sonoridad, ante un pueblo expectante y un público entregado a las virtudes de la formación. Y no fue para menos. Como decía Cecil B. DeMille de las películas, éstas deben comenzar como un volcán en erupción, y así fue todo el concierto de Al Ayre Español desde su inicio: intenso, brillante y espectacular.
El repertorio que ejecutó el grupo en Hecho incluyó seis estupendas composiciones a cinque, cinco instrumentos obligados más el bajo continuo: Tres sinfonías Op. 2 de Albinoni, dos sonatas de Telemann y el concierto de Bach. Obras cuya presencia en los escenarios, y en el caso de Telemann y Albinoni en grabaciones discográficas, es muy poco frecuente. “Destacan por su originalidad y belleza y son un espectáculo para el oyente por su virtuosismo, sus efectos de claroscuro y su impresionante sonoridad”, subraya López Banzo.
Albinoni fue un compositor de gran fama por toda Europa mucho antes de que Vivaldi comenzara a publicar sus obras. “Es obvio que Bach y Telemann debieron interpretar la Op. 2 en concierto, lo que en el caso de Bach está probado documentalmente, pues existe una particella del bajo continuo con anotaciones suyas. Telemann debió componer sus propias sonatas en esta época, pero el sexto Brandenburgo nació algunos años después, posiblemente hacia 1714, cuando Bach fue nombrado maestro de conciertos en Weimar”.
Para López Banzo, Bach se desmarca de Telemann a la hora de concebir su propia obra: “Emplea 2 violas da braccio, 2 violas da gamba, violonchelo y bajo continuo en lugar de los 2 violines, 2 violas da braccio, violonchelo y bajo continuo empleados por Albinoni y Telemann; usa una estructura de la obra en tres movimientos en lugar de cuatro; renuncia a utilizar fugas; y escribe un segundo movimiento en el que las violas da gamba guardan silencio, un recurso que no existe en las composiciones de Telemann y Albinoni, que siempre están escritas a cinco partes”.
Bach concluye su concierto con un aire de danza que recuerda mucho a Albinoni y Telemann, “pero sin usar en el ritornello principal el estilo fugado —que el veneciano emplea sistemáticamente en sus finales—, y dándole la estructura de un aria da capo. No se debería descartar la posibilidad de que haya existido una versión inicial, distinta al sexto Brandenburgo que conocemos hoy en día, con dos violines, dos violas da braccio, violonchelo y continuo”, tal y como Eduardo López Banzo propuso en el concierto de Hecho. “Cómo siempre sucede con la música de Bach, el experimento merece la pena, e se non è vero, è ben trovato”.
Por otra parte, Bach debía admirar la facilidad de Albinoni para diseñar temas y melodías interesantes, y compuso varias fugas para el clave basadas en ellas, una de las cuales también fue interpretada en el estupendo programa ofrecido en la Iglesia de San Martín de Hecho.
Para el próximo otoño, si todo va bien, Al Ayre Español tiene previstas varias actuaciones, entre ellas una larga gira por España en la que ofrecerán un bellísimo programa que incluye nada menos que ocho estrenos de música barroca española: “Son transcripciones que he hecho en los últimos años de obras desconocidas pero excelentes, que por fin van a ver la luz, después de 300 años en silencio”, apuntan.
“Posteriormente lo grabaremos en disco, aunque aún no hemos planteado una fecha para su realización. Primero gozaremos de esa música en directo. Actuar para un público, procurar conmoverle y despertar su imaginación y sensibilidad es lo que de verdad da sentido a nuestra profesión”, finaliza López Banzo.