El balneario de Panticosa es un complejo con una historia rica, extensa y a menudo desconocida. Desde su origen, en el siglo XVII, recibía a miles de personas en busca de curación de enfermedades como la tuberculosis. Más tarde, su entorno natural y el clima de altura contribuyeron a que se convirtiera en un centro privilegiado para el descanso. Todo gracias a las prodigiosas aguas minero-medicinales que atesoran las montañas que lo rodean. La Diputación Provincial de Huesca acoge una muestra titulada ‘Los Baños de Panticosa. Elogio del agua’ que recupera la memoria de este emblemático complejo a través de imágenes, documentos y testimonios.
La exposición abre sus puertas este viernes, 27 de mayo, a las 19:30 horas en la sala de exposiciones de la institución provincial. Hasta el próximo 31 de julio de 2022, los espectadores se podrán adentrar en una historia “tan desconocida como apasionante”, en palabras de la diputada delegada de Cultura, Maribel de Pablo.
Desde los primeros testimonios en documentos literarios, que ya dejaron constancia en 1622 del poder curativo de estas aguas, hasta el proyecto fotográfico de Iñaki Bergera que retrata el balneario en la actualidad, pasando por planos, dibujos, carteles e imágenes históricas tomadas desde inicios del siglo XIX… Este proyecto reúne un legado único y revelador sobre uno de los primeros motores de desarrollo turístico de la provincia de Huesca.
Maribel de Pablo, diputada de Cultura: Una historia “tan desconocida como apasionante”
De Pablo ha sostenido que el balneario es “un elemento identitario” del territorio altoaragonés, con “una importancia crucial para el valle y para toda la provincia”, porque esta agua tuvo, especialmente desde final del siglo XIX, un gran prestigio en el ámbito nacional e incluso internacional que “contribuyó a situar esta tierra en el mapa”. Las Medallas de Oro en las exposiciones de París en 1878 y de la Exposición Internacional de Ámsterdam en 1883, o el Gran Diploma de Honor en la Exposición Internacional de Bruselas (1897), son tan solo tres ejemplos de distinciones que obtuvo el balneario de Panticosa.
La comisaria de la exposición, Chus Tudelilla, ha explicado que este proyecto expositivo ahonda en “la singularidad de un lugar único y privilegiado, como es Panticosa, y la arquitectura continúa ahí, mostrando lo que es y también remitiendo a la historia; primero, como un complejo dedicado a la salud, al deseo también de conocer nuevas geografías y, luego, para el ocio y el descanso”.
La publicación que se ha editado a raíz de la muestra permite que todos los interesados puedan adentrarse en la historia del balneario de Panticosa desde sus hogares. Recoge la mayor parte de las obras que se pueden admirar en la exposición. El capítulo central se titula ‘Diario de Panticosa’ e incluye las fotografías acompañadas de textos, explicaciones y testimonios escritos sobre la evolución del complejo, las vicisitudes que ha atravesado a lo largo de la historia y el contexto político, social y económico que derivó en su transformación como centro termal para el reposo y el ocio.
Por un lado, la documentación histórica que muestra la exposición contiene obras postales, estereoscópicas, albúminas y fotografías, entre otros, de Ricardo Compairé, Santiago Ramón y Cajal, Francisco de las Heras, Lucas Cepero y también de autoría desconocida de la Colección Mariano Morlans del Cacho o del Archivo Familiar José Pueyo Luesma, entre otros. Una parte de estos documentos están custodiados y han sido prestados por la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca y también hay otra parte cedida por la Biblioteca Nacional de España.
La otra parte destacada de la exposición está compuesta por el proyecto ‘Standstill Architecture. Balneario de Panticosa, 2011-2021’ del fotógrafo Iñaki Bergera. Visitó en 2011 este complejo y registró una secuencia fotográfica de la interrupción de las obras del Centro de Alto Rendimiento Deportivo, diseñado por Álvaro Siza; el esqueleto de los apartahoteles de Siza y Jesús Manzanares y el aspecto de salones y habitaciones que siguió al cierre temporal del Gran Hotel de Rafael Moneo. Una labor investigadora y fotográfica que continuó hasta el pasado año y cuyos resultados se pueden apreciar en ‘Los Baños de Panticosa. Elogio del agua’.
Bergera ha argumentado que, cuando Chus Tudelilla le expuso su enfoque de la exposición, abordar la historia del balneario desde el elogio del agua, entendió cuál sería su aportación: “Una mirada contemporánea a la situación actual del balneario, compaginando la relación entre los edificios históricos de los Baños de Panticosa y la arquitectura contemporánea, en uso o no, por lo que al final queda plasmado un evidente contraste entre la historia del complejo y mi mirada personal”.
La muestra se puede visitar hasta el próximo 31 de julio en la sala de exposiciones de la Diputación Provincial de Huesca de lunes a viernes, de 18.00 a 21.00 horas y los sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.
La DPH ofrece un amplio programa didáctico y divulgativo de la exposición ‘Los Baños de Panticosa. Elogio del agua’. Las visitas guiadas individuales se llevarán a cabo sin reserva previa a las 12:30 horas los domingos 5 y 19 de junio y 10 y 31 de julio. Las actividades para familias requieren reserva de plaza y se desarrollarán a las 12:30 horas los sábados 25 de junio y 16 de julio.
Como es habitual, también se puede concertar en la dirección de correo electrónico didactica@dphuesca.es o en el teléfono 636 527 037 otro tipo de propuestas como visitas para público con necesidades especiales, visitas para grupos organizados; actividades didácticas para centros educativos, y para campus y colonias urbanas de verano.
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