“Las infraestructuras y elementos que en materia de turismo hay en la provincia de Huesca son sin lugar a dudas un revulsivo que la provincia de Huesca tiene para ofrecer un turismo seguro, sin aglomeraciones y en este sentido hay que valorar muy positivamente el esfuerzo que están haciendo comercios, establecimientos hoteleros y de restauración para adaptarse a esta situación”, explica Roque Vicente.
El diputado, que preside el área de Desarrollo y Sostenibilidad de la institución provincial, pone como ejemplo la amplia y variada oferta de infraestructuras turísticas que desde la DPH se pone al servicio del usuario.
La oferta de miradores y senderos accesibles complementa el gran abanico de posibilidades que en materia de senderismo ofrece la provincia de Huesca con más más de 5.000 kilómetros de senderos balizados que se dividen entre senderos de Pequeño Recorrido (PR) y los de Gran Recorrido (GR).
Los primeros, conocidos por las siglas de PR-HU, son rutas comprendidas entre 10 y 50 kilómetros de distancia, mientras que los segundos, los GR, son de mayor longitud y la mayoría de las veces están divididos en etapas. “La calidad de los caminos y la gran oferta existente en el territorio nos convierten en un destino ideal para la práctica del senderismo en cualquier época del año”, apunta Roque Vicente.
La Diputación Provincial de Huesca impulsa desde 2010 el Plan de Turismo Accesible
Esta oferta se complementa con la de turismo accesible. Con el objetivo de acercar a todos, sin distinción, a los espacios naturales altoaragoneses, la Diputación Provincial de Huesca impulsa desde 2010 el Plan de Turismo Accesible, orientado a hacer del medio natural un lugar con itinerarios seguros y cargados de elementos interactivos y educativos al alcance de todos.
Senderos y miradoras accesibles
Son un total de 8 rutas accesibles, en forma de senderos, miradores o aquellas que conducen en un mismo recorrido a ambos. Y, todas ellas, cuentan con las infraestructuras apropiadas para facilitar su uso a las personas con discapacidad física y psíquica. “Se trata de lograr una experiencia natural excepcional y totalmente inclusiva”, ha destacado Vicente.
Estos senderos tienen una longitud que oscila entre los 400 y 800 metros, tratándose de distancias que pueden llevarse a cabo tanto por personas con movilidad reducida como por familias”. Pese a estar rodeados de entornos abruptos típicos del Prepirineo o más aún del Pirineo, los 3 senderos y 6 miradores accesibles situados en la provincia de firmes regulares y sin dificultades, mobiliario de bancos y mesas pícnic adaptados, apoyos isquiáticos, barandillas protectoras y zócalos guía allí donde se requieren. Además, durante el recorrido se ofrece una detallada información de la diferentes zonas que se ven o se atraviesan. Para ello, la panelería en autorrelieve presenta colores contrastados que facilitan su visión y textos redactados en lenguaje sencillo, tanto en escritura convencional como en braille. Sin olvidar, que en el inicio de los senderos se han acondicionada y señalizado plazas de anchura especial para facilitar el acceso a usuarios con silla de ruedas.
En concreto, este tipo de puesta en servicio inclusiva se encuentra en entornos naturales, como son el sendero accesible de Santa Elena, en Biescas; el de El Cornato, en el Valle de Pineta, en Bielsa y el sendero del Mirador del Isábena, en los términos municipales de Bonansa y Laspaúles. Todos ellos itinerarios algunos con zonas boscosas, pinares y otros con monumentos históricos de nuestra prehistoria como dólmenes, destacables elementos del territorio altoaragonés.
También están disponibles con infraestructura accesible de principio a fin, el mirador de Castanesa, en el término municipal de Montanuy; el de Aratorés, en el término municipal de Castiello de Jaca; el mirador de Siresa en el Valle de Hecho con vistas al valle del río Aragón Subordán, el de San Quílez, situado a tres kilómetros de Binéfar, en el entorno de la ermita homónima y con vistas a las tierras agrícolas literanas y, por último, el de Ballobar, localizado también en la zona recreativa de su ermita románica de San Juan Bautista desde la que obtener una amplia vista de la cuenca del Alcanadre y en un segundo plano la del Cinca.
La provincia reúne las condiciones como territorio seguro y sin las aglomeraciones masivas
Acondicionados para su disfrute individual o en familia y con unas grandes vistas que ofrecer del entorno natural del Alto Aragón, “nuestros senderos y miradores accesibles, incluso nuestro patrimonio cultural, junto a los establecimientos turísticos que se encuentran en casi la totalidad de los 202 municipios de la provincia de Huesca, hacen que podamos tener una práctica del turismo segura y saludable, con todos los servicios garantizados”, sostiene el diputado de Desarrollo y Sostenibilidad, Roque Vicente. A lo que añade que, a día de hoy, la provincia “reúne las condiciones como territorio seguro y sin las aglomeraciones masivas que todos tratamos de evitar”.
Recursos iniciales y estrictos requisitos
Este proyecto forma parte la oferta de turismo verde accesible de la provincia, en la que DPH sigue trabajando para favorecer el acceso de nuestro entorno natural a todas las personas, sin distinción por sus capacidades, para hacer posible disfrutar de algunas de las maravillosas vistas y enclaves paisajísticos que ofrece la provincia durante todo el año.
El primer paso que dio la Diputación Provincial de Huesca fue la elaboración de un Manual de Senderos Accesibles en 2010. Este recurso fue el primero en su género en España del que partieron las pautas iniciales para ejecutar este tipo de infraestructuras de ocio destinadas a colectivos con discapacidad. Bajo unos estrictos requisitos sobre accesibilidad denominados DALCO (deambulación, aprensión, localización y comunicación) se garantiza el acceso universal.