"En la lucha contra la despoblación, la percepción de la sociedad es fundamental. Es necesario volver la mirada al entorno rural, y el papel de la educación es básico para ello”. Con estas palabras, el Presidente de la Diputación Provincial de Huesca ha reclamado hoy que los diferentes currículos educativos tengan en cuenta el concepto ruralidad, “pero no entendido como sinónimo de medio ambiente, sino como una forma de vida sostenible con el entorno que ha de ofrecer igualdad de oportunidades a los habitantes de esas zonas, germen de costumbres, tradiciones, cultura, de respeto y cuidado del territorio...”
Para Miguel Gracia, “el medio rural debe estar presente en los colegios e institutos de las ciudades, la importancia de la sostenibilidad social y medioambiental debe ser entendida por quienes estudian en los grandes núcleos de población”. Ha explicado que, “los niños y niñas de las ciudades conozcan su procedencia, pues serán los que el día de mañana tomen las decisiones políticas, de gestión y lideren proyectos empresariales y de emprendimiento”.
En la presentación del título de Diplomado Especialista en Territorio Rural Inteligente, que se ha celebrado esta mañana en Madrid, ha denunciado también que “la competición entre administraciones para ver quién está peor, solo con el objetivo de mejorar legítimamente sus presupuestos” porque, ha explicado, “esto genera a su vez una mala imagen para el territorio en cuestión, no es un mensaje positivo para mantener y atraer población”.
Y, una vez más, ha abogado por descender la lupa de la zonificación a la hora de valorar la concesión de esas ayudas, “pues en un mismo territorio hay diferentes realidades” y ha puesto como ejemplo Sabiñánigo y sus 52 núcleos de población, o la comarca de La Litera, con dos realidades muy diferenciadas: la del sur, en la que el desarrollo industrial está haciendo crecer en población a las localidades; y la del norte, que está muriendo de despoblación”.
En este sentido, Manuel Campo Vidal, Presidente de la Cátedra del Reto Demográfico de Next Education, ha recordado que el 80% de los ciudadanos de nuestro país viven en el 15% del territorio, a su juicio “garantía de desigualdad y de tensiones”. El factor humano, ha apuntado, “es fundamental para la supervivencia del medio rural, y esas personas tienen que estar formadas. La formación es esencial en un mundo cada vez más complejo, sin ella no vamos a poder ofrecer soluciones concretas a la situación que tratamos de transformar, revertir el reto demográfico”.
“Hemos hecho ya muchos diagnósticos, tenemos que buscar soluciones” ha afirmado Ángeles Armisén, Presidenta de la Diputación Provincial de Palencia, que ha apostado por hacerlo desde el diálogo y teniendo en cuenta “que lo rural y lo urbano no es antagónico, somos complementarios”.
Una solución que, en el medio rural, ha señalado, “pasa por la digitalización. La sociedad digital, que empezó por el medio urbano, es parte del futuro de los municipios más pequeños”. Y es que, a su juicio, “la sociedad digital no debe distinguir entre estas realidades, lo urbano y lo rural, tenemos que construir una sociedad digital que permita la igualdad de oportunidades”, para lo que hay que salvar “la exclusión derivada de la digitalización, a la que vive sometido el medio rural: financiera, tecnológica, de conectividad y de formación”
El acto ha finalizado con la intervención de Francisco Boya, Secretario General para el Reto Demográfico, quien ha apuntado que este “no tiene soluciones mágicas, requiere mucho trabajo, consenso, talento e inteligencia para poner en marcha las mejores soluciones y alternativas a nuestros territorios”.
“Necesitamos una estrategia transversal, sin que nadie se sienta excluido de la solución. Porque este no es un problema entre lo rural y lo urbano, es algo de todos, que solo podemos resolver desde la generosidad, desde la conciencia colectiva, siendo conscientes del valor que tiene el territorio rural para las ciudades y estas para los pueblos” ha señalado.
Y ha recordado antes de concluir que “cuando hablamos de cohesión territorial, hablamos de unidad, de ser capaces de mantener criterios que permitan repartir por el territorio los servicios y elementos claves que hacen que sea funcional, que es lo que nos interesa. El objetivo no es que en un pueblo viva un número concreto de personas, sino que las que vivan en él lo hagan en condiciones dignas: servicios óptimos, oportunidades laborales, conexión y conectividad”.