Cincuenta senderos están disponibles desde hoy en el proyecto Huesca en GPS (gps.huescalamagia.es), con los que los viajeros e interesados pueden recorrer estos caminos naturales por toda la provincia guiados por un sistema de coordenadas mejorado para conocer en cada momento la ubicación exacta. Son algunas de las novedades que ha incorporado la Diputación de Huesca a la guía turístico-virtual de la provincia que día a día se renueva y que tiene su base en las últimas aplicaciones GPS.
Las nuevas rutas discurren por las diez comarcas altoaragonesas, y reflejan la diversidad de los paisajes del territorio que va desde los parajes desérticos, y están adaptadas a diferentes niveles de dificultad. Con una media de cinco por comarca se proponen opciones como el sendero de Izarbe, el que va desde el Puente Pecadores hasta los ibones del Sen por el PR-HU 115, la ruta circular de los dinosaurios de Arén en Ribagorza, el Camino de los Francos por el GR 65.3.3 y PR-HU 21, las pasarelas de Alquézar o la ruta al Monasterio de El Pueyo desde Castillazuelo en el Somontano, el barranco de la Pillera desde Nocito o la ruta de La Bolsa de Bielsa. Por el sur de la provincia también se pueden encontrar itinerarios como el naturalista del Manantial del Ojo de la Fuente, el camino de La Guitarreta por el PR 116, la ruta de Mequinenza hasta el Mas de Borbó o la subida a San Caprasio desde Alcubierre.
Todas ellas, diseñadas por Prames para la Diputación de Huesca, ya han pasado a formar parte del abanico de posibilidades de Huesca en GPS, que incluye rutas en coche, a pie y en bicicleta que se pueden visualizar desde gps.huescalamagia.es, imprimir o descargar en una PDA, móvil de tercera generación o cualquiera de los navegadores más comunes.
Cada una de las rutas senderistas contará, además de la información relativa a cada punto de interés, la distancia al siguiente punto de la ruta y la dirección que se debe seguir, una ficha MIDE (método para la información de excursiones) para que el usuario valore la dificultad del itinerario, conozca de antemano las características del recorrido y, en definitiva, pueda mejorar su seguridad. Así al perfil del relieve del terreno y a la base cartográfica ya existente, se añade la duración de la excursión, el desnivel, la distancia, el tipo de recorrido, la orientación, la dificultad y una aproximación del esfuerzo que se necesita en cada caso.
Las nuevas rutas discurren por las diez comarcas altoaragonesas, y reflejan la diversidad de los paisajes del territorio que va desde los parajes desérticos, y están adaptadas a diferentes niveles de dificultad. Con una media de cinco por comarca se proponen opciones como el sendero de Izarbe, el que va desde el Puente Pecadores hasta los ibones del Sen por el PR-HU 115, la ruta circular de los dinosaurios de Arén en Ribagorza, el Camino de los Francos por el GR 65.3.3 y PR-HU 21, las pasarelas de Alquézar o la ruta al Monasterio de El Pueyo desde Castillazuelo en el Somontano, el barranco de la Pillera desde Nocito o la ruta de La Bolsa de Bielsa. Por el sur de la provincia también se pueden encontrar itinerarios como el naturalista del Manantial del Ojo de la Fuente, el camino de La Guitarreta por el PR 116, la ruta de Mequinenza hasta el Mas de Borbó o la subida a San Caprasio desde Alcubierre.
Todas ellas, diseñadas por Prames para la Diputación de Huesca, ya han pasado a formar parte del abanico de posibilidades de Huesca en GPS, que incluye rutas en coche, a pie y en bicicleta que se pueden visualizar desde gps.huescalamagia.es, imprimir o descargar en una PDA, móvil de tercera generación o cualquiera de los navegadores más comunes.
Cada una de las rutas senderistas contará, además de la información relativa a cada punto de interés, la distancia al siguiente punto de la ruta y la dirección que se debe seguir, una ficha MIDE (método para la información de excursiones) para que el usuario valore la dificultad del itinerario, conozca de antemano las características del recorrido y, en definitiva, pueda mejorar su seguridad. Así al perfil del relieve del terreno y a la base cartográfica ya existente, se añade la duración de la excursión, el desnivel, la distancia, el tipo de recorrido, la orientación, la dificultad y una aproximación del esfuerzo que se necesita en cada caso.