Dentro del XXXII Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza Diputación de Huesca, la noche del pasado domingo tuvo lugar un nuevo directo, esta vez el recital ‘La Gracia de la Palabra’ apoyado en textos de San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Garcilaso de la Vega, que resonaron vivos en la iglesia de Canfranc Estación. La paleta del pintor y arquitecto Miguel Fisac celebró también esta ‘Fiesta del Verbo’. En clara armonía con el paisaje pirenaico, su obra —la iglesia de Nuestra Señora del Pilar— se fusionó como nunca en el devenir de cada frase y nota ahí reunidas. 

Presidido por el Cristo Crucificado de Tiermas, el mundo interior de sus muros de piedra se acentuó con las luces y las sombras de cada arquitectura, renaciendo simbólica en esta experiencia y espectáculo por y para los clásicos de la poesía mística. Y es que el tono y estilo de un sincero y mayúsculo intérprete, de valioso acento prosódico, como Pepe Viyuela aportó la verdad necesaria para que los reconocidos textos se escucharan absolutamente frescos y nuevos, haciendo de la velada una cita única de lo que son unos humildes cantos a la vida y al amor, cuyo fin primigenio era, eso sí, el de elevar el espíritu con la intención de derretirse y fundirse sin término.

El delicado y certero acompañamiento musical corrió a cargo de la Capilla Jerónimo de Carrión, esta vez formada por Sara Águeda, arpa histórica, y María Alejandra Saturno, viola de gamba, con su fundadora presente siempre en el recuerdo, la gran laudista y musicóloga Alicia Lázaro, a la que se le dedicó el precioso recital. Entre madrigales y Cancioneros de Segovia y de Palacio, valiosa y talentosa música que ya viajó en su propia época. En un intenso acto de contemplación artística, la propuesta invitó a evadirse en un recorrido por la lírica y la literatura mística del importante siglo XVI. 

Finalizando la velada, Viyuela rescató el ‘Yepes cocktail’ del ‘Libro de las alucinaciones’ de José Hierro como útil tabla de salvación para salir airoso de los naufragios varios, esos que mezclan la soledad sonora con el soda para ser un ‘humano, demasiado humano’, todavía herido con las palabras. Grandes mimbres que sumaban la calidad, la calidez y la emoción de este encuentro en Canfranc Estación que hizo las delicias de esa atenta escucha, la introspección pendiente y el aplauso de un público que llenó los bancos de su escénica iglesia, saliendo del concierto con más conciencia, plenitud y dosis de ánimo.

“Alicia concibió y creó este proyecto con un inmenso mimo y somos ahora las responsables de compartir su valioso legado con el público”, destaca la formación. Desde que en 2021 se presentara por vez primera, ‘La Gracia de la Palabra’ es “un organismo vivo, en constante evolución: con el paso del tiempo, la idea primigenia se fue moldeando incluyendo voz y nuevos textos; al faltar Alicia, Sara Águeda incorporó la fresca savia del arpa; por eso el proyecto llega a este festival con la madurez y sabiduría del tiempo y las experiencias vividas”. 

“Lázaro siempre será recordada como una musicóloga y trabajadora incansable, aventurera y ávida de despertar músicas dormidas en los archivos, sobre todo, el de la Catedral de Segovia, aunque su legado es inmenso. Por eso, la Capilla Jerónimo de Carrión siempre se ha caracterizado por mostrar repertorios desconocidos con un sonido y unos colores muy cuidados, históricamente hablando. Esos eran objetivos fundamentales para Alicia y su sello está presente en cada obra”, destaca la comprometida formación. 

Gracias a su trabajo han surgido “proyectos bellísimos en este tiempo como el concierto ya mencionado que hicimos en la Zarzuela, el que haremos en este festival o el reciente CD que nuestras compañeras de la compañía teatral Nao de Amores ha publicado sobre la música que Alicia compuso para sus montajes”. 

Actualmente vivimos en un periodo caracterizado “por turbulencias y cambios vertiginosos que no nos dejan ver con claridad el futuro del sector y de la cultura, en general, a corto y medio plazo. Sin embargo, está claro que Alicia y sus contemporáneos en el campo de las músicas históricas allanaron el camino a nuevas generaciones que vienen con muchísimas ganas de seguir investigando y compartiendo sus hallazgos a un nivel interpretativo más que respetable. Es necesario el apoyo y la atención constante de público e instituciones”, rematan.