Sala de Exposiciones de la Diputación de Huesca

ARTE AFRICANO en la colección de José Manuel Pérez Latorre

ARTE AFRICANO en la colección de José Manuel Pérez Latorre

Comisario: ÁNGEL MARTÍN


José Manuel Pérez Latorre (1947 - 2023) fue un hombre inquieto y con intereses muy diversos. A su reconocida labor profesional como arquitecto se suman su pronunciada vocación de artista plástico y su pasión por reunir un rico legado material bibliográfico y artístico, en el que destaca un significativo conjunto de obras de arte africano que son objeto de la presente exposición.

“Arte africano en la colección de José Manuel Pérez Latorre” reúne un total de 100 obras presentadas en dos bloques claramente diferenciados: Arte tribal africano y Arte y copia en África.

La creación artística en África fue, como en el resto de los continentes y en todas las épocas, la proyección de unas cosmogonías que intentaban comprender y explicar el mundo en el que el individuo y la sociedad desarrollaban su existencia. 

A este primer grupo - Arte tribal africano- pertenecen un conjunto de obras (esculturas, máscaras, telas y diversos objetos rituales) que cronológicamente parten del origen mismo del arte africano. A las cabezas de terracota de la cultura de Nok (s. V. a. C. – s. VI d. C), las más antiguas manifestaciones escultóricas de África negra, se suman obras de las culturas de Guimbala (s. X-XII), Djenné (s. XI – XVI) y ashanti ( s. XVII – XX), también presentes en la exposición. 

El resto de las obras de arte tribal de la colección se organizan en un recorrido geográfico que revisa las creaciones artísticas de diferentes culturas de África Occidental y Central, desde las esculturas propiciatorias de los lobi de Burkina Faso a una máscara lwa-lwa de las sociedades cazadoras del centro de Congo. Entre las obras seleccionadas destacan una cimera para la danza tywara de la cultura bambara (Mali), diversos objetos de adivinación en bronce procedentes de Benin City, dos puertas de la cultura nupe y un buen número de máscaras de las culturas senufo (Costa de Marfil), yoruba, mumuye e ibo (todas ellas en Nigeria) o cuatro máscaras kifwebe de la cultura songye (República Democrática del Congo).

Un segundo bloque de obras de la colección -Arte y copia en África-, reúne un conjunto de objetos que no tuvieron nunca un uso ritual, ni formaron parte del contexto social, político o religioso de ningún grupo tradicional africano. Se trata de copias inspiradas en las obras de arte que las sociedades tradicionales africanas sí realizaron en el contexto de sus sistemas de creencias y cuya producción estuvo motivada por la demanda comercial en el mercado occidental, principalmente Europa y Estados Unidos. 

La adquisición de estas obras responde al impulso personal y al gusto estético del coleccionista, hecho habitual en las colecciones de diversos creadores y artistas, cuyo propósito responde a la búsqueda de la belleza por encima del valor, la autenticidad o el significado antropológico de las obras. 

La presentación de la colección Pérez Latorre en estos dos grupos diferenciados finaliza, a modo de epílogo, con un tercer apartado - La transformación de la mirada occidental – que reflexiona sobre cómo, con el discurrir del siglo xx, la percepción y el reconocimiento de las artes no europeas en su conjunto atravesó diferentes etapas, evolucionando desde el mero interés por el aspecto plástico de la obra hasta el desarrollo de la etnología y la antropología como disciplinas que nos explicaran el porqué de las creaciones de los entonces llamados «pueblos primitivos». Y sobre cómo, durante este recorrido, se generaron diferentes formas de coleccionismo, tanto público como privado, según se avanzaba desde la valoración exclusivamente estética de la Europa colonial hacia su consideración como objeto sagrado primero y como obra de arte universal después.

Paralelamente a la exposición se ha editado una publicación que recoge el texto comisarial realizado por Ángel Martín, junto al estudio y catalogación de todas las obras seleccionadas. La exposición se completa con un extenso programa didáctico adaptado a las necesidades de los diferentes públicos.

 

Del 28 de febrero al 27 de abril de 2025
De martes a viernes, de 18.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas

Calendario de exposiciones

Alberto Carrera Blecua. Viaje de ida y vuelta

Sin título. Serie Cuaderno de peces, 2016. Mixta sobre papel. Colección Carrera Blecua. Foto Javier Broto Hernando

 

Comisarios:

Pía Minchot y Javier Carrera


Viaje de ida y vuelta es la exposición con la que la Diputación Provincial de Huesca quiere rendir homenaje a la vida y la obra del artista oscense Alberto Carrea Blecua (1952-2017). Bajo el hilo conductor del «viaje interior», la muestra recoge una selección de su obra más reciente e inédita, con trabajos producidos durante los diez años previos a su fallecimiento. 

Estructurada en tres actos, con un prólogo y un epílogo, y en una suerte de discurso metaliterario, la exposición invita a los visitantes a embarcarse en una travesía introspectiva y a navegar por los paisajes invisibles de la mente. A través de diferentes medios artísticos, las obras seleccionadas se erigen como la representación viva de emociones, recuerdos y estados de conciencia. 

La exposición hace también un guiño a El viaje, un evento creativo coral que, ideado por Carrera Blecua, puso a Huesca en 1988 en el foco del arte contemporáneo. Con esta exposición se rinde un cálido homenaje al artista, mientras se abre la puerta al hombre para conversar con él sobre el yo y sus aristas, sobre la alteridad y la soledad, sobre la permanencia y la finitud o sobre la sensualidad y el poder.

Considerado una figura referente del arte contemporáneo y el pintor oscense más internacional de su generación, Carrera Blecua fue un artista innovador en todas sus etapas creativas. Su trabajo mantiene unas constantes temáticas que están íntimamente ligadas a la búsqueda introspectiva del yo: un yo que especula sobre la representación y contundencia de la presencia humana en el espacio, que evoca con nostalgia al pasado y reflexiona sobre la fugacidad del presente, o que invoca a la sensualidad y al dolor ante la pasión y el desencuentro. En su obra, el gesto pictórico y la fuerza del trazo se convierten en vehículo de una profunda exploración personal y existencial. 

En este contexto, tanto el relato curatorial como la selección y ordenación de las piezas generan un recorrido que no se sustenta sobre bases académicas, estilísticas o historiográficas, sino que busca, sobre todo, provocar conexiones a través de la emoción y permitir que el visitante construya significados a partir de evocaciones y referencias cruzadas, sin que la voz de los comisarios sobrepase en ningún caso a la del propio artista. Una exposición vital y con una voluntad performativa: la de desencadenar emociones para aproximar a la persona y al artista a través de su obra.

 

Del 9 de mayo al 20 de julio de 2025
De martes a viernes, de 18.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas