Con el fin de facilitar que las familias se puedan quedar en el territorio altoaragonés, la Diputación, en colaboración con los ayuntamientos, ha puesto en funcionamiento varias escuelas infantiles en la provincia. Éstas funcionan para menores de entre 0 y 3 años con el fin de que sus padres puedan incorporarse al mundo laboral. Así se han abierto centros en localidades como Grañén y Sariñena.