28-09-2005 Desde su visión del medio natural, los escolares darán forma y valor a las propuestas didácticas que reúne "Aire limpio, por favor". El estudio de las capas de la atmósfera servirá de guía para adentrarse en las potencialidades del aire que respiramos o en la respuesta de la naturaleza ante los cambios climáticos. La Campaña Escolar de Otoño permitirá además, a partir de la próxima semana, asomarse a las variaciones que experimentan las plantas en esta época del año. De esta forma, el Aula de Naturaleza del Vivero Provincial pretende fomentar, entre los escolares y a través del contacto directo con los elementos naturales, una actitud de respeto con nuestro entorno.
Esta iniciativa constituye un vehículo de información que contribuye a reforzar el conocimiento de los elementos naturales, de manera que se tome conciencia de la trascendencia de algunos hábitos cotidianos. Durante la presentación del programa de actividades, el diputado de Desarrollo y Medio Ambiente, José María Morera, ha explicado que "la campaña incidirá en el conocimiento a través de la experimentación porque -a su juicio- logra despertar la curiosidad en los más pequeños y el espíritu crítico en los escolares de ciclos superiores". Morera también ha recordado la amplia oferta didáctica de este centro que en el primer semestre "contó con casi 7.000 visitas".
El Aula de Naturaleza abrirá sus puertas al significado de conceptos como efecto invernadero, capa de ozono o lluvia ácida. El origen de los últimos fenómenos naturales, como el Katrina, que están afectando a la población mundial también será tema de análisis en esta campaña divulgativa.
Con estas actividades gratuitas, dirigidas a escolares y asociaciones, el área de Desarrollo y Medio Ambiente pretende dar a conocer el papel que juegan los escolares en el cuidado del ecosistema natural. Según Carmen García, coordinadora del Aula de Naturaleza, "se propone un reflexión sobre la importancia de este elemento en nuestra vida", quien, a su vez, destaca "la labor que realizan los escolares al transmitir sus conocimientos en su entorno familiar".
A partir de la recreación de una estación metereológica, los escolares podrán calcular la velocidad y dirección del viento ayudados por un anemómetro y una veleta u observar cómo el vapor de agua es capaz de alargar la extensión de algunos elementos. La finalidad de estas actividades reside en crear una atmósfera en la que, tanto niños como adultos, puedan acercarse a la forma más viable de gestionar los recursos naturales. Las herramientas necesarias tan sólo consisten en evaluar los problemas medioambientales y saber qué capacidad tenemos para evitarlos o remediarlos.