La localidad de Isábena está situada en la zona más oriental de Huesca, casi línea fronteriza con Lérida. Se ve cruzado por el río Isábena, columna vertebral del municipio en su cauce medio.

La historia milenaria del Condado de Ribagorza ha dejado su huella en numerosos monumentos. Pero sin lugar a dudas, en este pequeño espacio geográfico del Isábena se conserva una joya cuyos orígenes se remontan, según los documentos hallados, al siglo X, la Catedral de Roda de Isábena.

Fue sede episcopal ribagorzana desde la mitad del s. X a mediados del s. XII; conservó capítulo catedralicio con rango de colegiata hasta comienzos del s. XIX. Consta de una iglesia basilical de tres naves paralelas, claustro, criptas, salas y otras dependencias capitulares. Comenzaron a edificarse el año 956 cuando se inauguró la catedral primitiva y asume elementos posteriores hasta el periodo barroco del s. XVIII, que aun el estilo más destacable es románico desde las primeras manifestaciones en el país. Posee, además, un Museo catedralicio inaugurado en 1988.

Otro de los rasgos identificativos de Isábena y los núcleos de su alrededor son las casas solariegas, edificios similares en su exterior e interior. La mayoría cuenta con corrales adosados a los que se puede acceder a través de una puerta situada en el lateral del patio.En la parte de atrás de alguna casa existía la era, en la que antiguamente se trillaba la mies. Algunas de estas casas poseen escudo propio grabado en la fachada, sobre el arco de la puerta. Estas viviendas amplias de piedra y madera son el fundamento de la estructura familiar y el símbolo del ordenamiento patriarcal de la zona.

Otro de los valores socioculturales de la zona es la recuperación de ciertas costumbres , como la antigua feria de La Puebla de Roda o la clásica Pastorada de Roda.