El municipio de Colungo, junto con la villa de Asque, ha sido declarado Bien de Interés Cultural por sus importantes manifestaciones de arte rupestre en cuevas, abrigos y lugares.

Las representaciones más antiguas son las paleolíticas de la Fuente del Trucho, que alberga pintura y grabado. Podemos conocer más de cerca estas manifestaciones en el Centro de Interpretación de Arte Rupestre, que cuenta también con un parque arqueológico.

Destacan, además, su Iglesia Parroquial, dedicada a Nuestra Señora del Pilar y que pertenece al estilo gótico aragonés, y la ermita de Santa Eulalia.

En sus calles encontramos casas señoriales de arquitectura popular, con portadas doveladas, como Casa Notario y Casa Broto, del siglo XVI y Casa Avellanas del siglo XVIII.

Es interesante visitar los puentes del barranco de las Palomeras y de las Gargantas para contemplar los abismos que se abren entre los conglomerados del Fornocal, así como el milenario olivo u Olivera de Nadal, ejemplar catalogado en el Censo de Árboles de Aragón, y su puente románico.

Próximo al valle del Vero, hasta la zona acuden numerosos aficionados al barranquismo o el senderismo, que aprovechan el terreno para estos deportes de aventura.

En cuanto a gastronomía, la localidad es famosa por el aguardiente anisado que allí se elabora y por sus licores de café, té, frutas silvestres y orujo.

Las fiestas mayores de la localidad se celebran el 12 de octubre en honor a Ntra. Sra. del Pilar.

El día 5 de febrero, en honor a Santa Águeda y el día 12 del mismo mes en honor a Santa Eulalia, se celebran dos romerías en las que se procede al "reparto de la Caridad": sardinas de cubo, jamón y panecillos, regado con vino del Somontano.

Además, el segundo domingo de mayo, tiene lugar una romería a la ermita de Dulcis.