Bajo el título de "Nuevas formas de aprender a leer", Sven Huber moderó un debate en el que participaron Daniel Ortega, de la editorial Parramón; Muriel Bourgeois, cofundadora de Micuento.com; Pilar Lozano, coordinadora editorial de planes lectores y Marta Bonet, gerente de contenidos de nuevos negocios digitales del Grupo Santillana.

Sin duda uno de los ámbitos más bonitos del sector editorial es el trabajo con los niños, y en particular como fomentar y generar los nuevos lectores.

Todos los componentes de la mesa destacaron que sin duda el primer paso a tener en cuenta es la importancia de la comprensión lectora, cuanto más leen los niños por placer, más comprensión lectora están desarrollando y esto influye directamente en su desarrollo.

Daniel Ortega contó como desde Parramón se plantearon en primer lugar el uso de la tecnología como una estrategia para diferenciarse de la competencia, para luego comprobar que la barrera de los niños para es que las aventuras de los libros están en el formato texto, así que decidieron apostar por la "realidad aumentada" (ilustraciones y animaciones) que se pueden anexar al texto a través de distintos dispositivos como tablets o móviles.  

En Parramón trabajan la "realidad aumentada a través de tres objetivos; que las ilustraciones cobren vida, plantear historias paralelas y la gamificación del libro.

Muriel Bourgeois comenzó su intervención con una pregunta, ¿qué pasaría si pudiéramos hacer que todos los niños fueran los protagonistas de sus cuentos?. Este fue el punto de partida de su proyecto, Micuento.com. Así se adentraron con la personalización de los clásicos, para luego pasar a crear directamente los cuentos e imprimirlos. El siguiente paso fue pasar a personalizarlo edición digital, hasta que llegaron a introducir la voz que los familiares podían personalizar a través de una app colaborativa

"Odio el rosa", el proyecto que representó Pilar Lozano, propone generar una forma de aprender que de verdad aporte valor. Ellos se plantearon como el proceso de cómo interactúa el adolescente con la literatura. Y tuvieron claro que, "la lectura para que sea competente tiene que ser un proceso bidireccional". Es decir, el lector tiene que recibir pero también tiene que intervenir en el proceso (opino, sueño/experimento y comparto).

Todo empieza a partir de libros en papel, la clave está en que el libro sea un fetiche, para lo que la edición tiene que ser excelente, al final de cada novela hay un elemento físico, por ejemplo un personaje de la novela deja una pista que lleva al entorno transmedia, webs y blogs que están interconectados a través de lo que se crea un entorno de ficción lo más real posible.

Para completar el proceso, en "Odio el Rosa" disponen de una web de recursos didácticos para el fomento de la lectura dirigida al mediador (profesor, padres, bibliotecarios…).

Para Marta Bonet, del Grupo Santillana, está claro que tecnologías pueden mejorar lo que venimos haciendo siempre. Señaló que desde Santillana están trabajando en un proyecto denominado "Aprendizaje Eficaz". El contexto actual es que padres y profesores estamos desorientados en un momento en el que a los niños les cuesta cada vez más leer.

"La comprensión lectora definitivamente la llave del resto del aprendizaje", así que para el desarrollo de su proyecto empezaron por identificar las variables para mejorar el aprendizaje: Disfrutar, aprender, informarse y relacionarse leer para  en definitiva.

Marta Bonet continuo su exposición diciendo que, "hemos creado un producto basado en el entrenamiento, en un entorno de acompañamiento realizado por el dispositivo, motivador y con ritmos personalizados pero en el que a su vez se van cumpliendo una serie de objetivos.

A su vez el profesor puede monitorizar el avance de cada alumno con un seguimiento y un sistema de alertas. En resumen, tenemos un alumno que siente que avanza, la personalización del proceso es absoluta porque el objetivo es que aprenda y comprenda.

Huber planteó la pregunta de si realmente todo esto va a funcionar de cara a los futuros lectores.

Daniel comentó que existen trees partes, la primera es que el libro sí o sí tiene que ser bueno, y el segundo factor es la cultura de cada país, si hay una cultura muy próxima a la tecnología las ventas son muy buenas, el tercer factor es que a medida que pasa el tiempo, el acceso de los niños a la tecnología es mayor.

Para Pilar, otra factor es la distribución, en nuestro caso "Odio el rosa" se prescribe a través de las escuelas, y por supuesto las reacciones "muy viscerales" de los booktubers. Otra parte del éxito es su dimensión modular, cada uno decide en que parte del proyecto se queda.

Bonet, destacó la importancia del uso del lenguaje y del medio, creando ese ambiente, a parte de la gestión y digestión de datos que aporta su proyecto, algo definitivo para los profesores.

"Tenemos claro que estos productos llevan al fomento de la lectura". Para Bonet es otra manera de leer que acerca al lenguaje escrito y nosotros les proporcionamos estrategias y herramientas.
Los componentes de la mesa confluyeron en que la lectura ha dejado de ser algo estático para pasar a ser una experiencia social, personal e inmersiva. El único problema será el coste y acceso a la tecnología por parte de los editores y usuarios.

Seven Huber cerró la mesa con un mensaje positivo, "la lectura sea cual sea el formato va a seguir llenando nuestras vidas".