¿Descubriremos algún día el Dorado Digital?. Con esta pregunta, y tras el saludo de las autoridades, Javier Celaya ha abierto la programación oficial del III Congreso del Libro Electrónico en Barbastro (Huesca).

De esta forma, Celaya ha comenzado respondiendo a la pregunta inicial de forma contundente, "evidentemente El Dorado Digital, al igual que El Dorado de la leyenda, no existe". Pero la metáfora es válida principalmente, porque si la extrapolamos al ámbito digital editorial, la respuesta tenemos que encontrarla en el camino.

Javier Celaya ha partido de una ida básica y evidente, "el mercado digital es una realidad que no tiene marcha atrás". El problema viene cuando son los mismos agentes del sector editorial los primeros que no la asumen, a diferencia de lo que está ocurriendo ya en otros sectores (radio, prensa y tv).  

Y si el presente está en lo digital… ¿Qué ha hecho el sector para no crecer en este ámbito?, ¿dónde ha ido el lector tradicional?, ¿qué vamos o podemos hacer para recuperarlo?. Y sobre todo: ¿Qué tienen que hacer los editores para que los usuarios se crean que realmente existe el mundo digital editorial?. En respuesta a estas preguntas Javier Celaya ha lanzado las siguientes consideraciones:
Si las oportunidad están ahí, entonces vamos a dibujar juntos el futuro. Para empezar los editores tienen que empezar a pensar, de verdad, de forma global. Si El Dorado digital no sólo está en Europa, Estados Unidos o Latinoamérica, tenemos que contemplar un nuevo mundo sin fronteras en el que hay multitud de demandas no atendidas, oportunidades de hacer crecer nuestros negocios, oportunidades para crecer más allá de los mercados domésticos.

Nuevas estrategias, nuevos modelos, nuevos canales

Javier Celaya ha continuado señalando que "lo primero es definir una estrategia digital, que es algo que difiere mucho de un plan de ventas".  Hay que tener amplitud de miras ya probablemente la solución, las herramientas, no está en nuestro sector y hay que mirar a otros sectores como los museos, o los videojuegos y exportar y adaptar modelos de negocio.

Si embargo, Celaya ha dibujado un presente desolador: el sector ve con alivio que las ventas digitales no crecen, y autores relevantes como Vargas Llosa rechazan cualquier avance frente al papel. Esto es algo muy preocupante, ya que la facturación ha caído en más de 900 millones de euros en los últimos años, un volumen casi imposible de recuperar.

Amazón baja los precios de comisión, y los editores suben los precios, o nos encontramos con editoriales donde lo digital es más caro del papel.

A la hora de empezar a construir Javier Celaya ha expuesto sus consideraciónes a través de distintos ámbitos

Estrategias para el canal de venta

La era digital es móvil, es visual, ya no se navega a través de la palabra, se navega a través de imágenes y ha que reconsiderar a plataformas como Pinterest o Instagram como plataformas de venta. El descubrimiento digital llega a través de las imágenes, por lo tanto hay que pensar primero en el móvil  "mobil first". Si nuestros productos no son amables con el móvil, ese producto va a desaparecer

La responsabilidad está el editor, el autor deposita en él su confianza, y por lo tanto es el editor el que tiene que explorar el mundo que tiene delante para incentivar estas ventas. Estamos hablando de: beacons, sensores, compra y envío directo al dispositivo, ventas en caliente… etc.

Javier Celaya continua, "si todos los días cierran dos librerías en este país, hay que empezar a crear otros modelos de tiendas donde la gente tiene un tiempo de espera". Porque no empezar a pensar en nuevos "establecimientos" como hospitales, aeropuertos, paradas de autobús.

Respecto a la estrategia de precios, Javier Celaya aboga definitivamente por abolir el precio fijo y pasar a trabajar con precios dinámicos (la legislación lo permite). Se trata de crear nuevos modelos de negocio tengan en consideración variables como: los modelos de suscripción por semanas, horarios tipo y valle a la hora de realizar los consumos de lectura, zonas de venta o venta en caliente, controlar los medios de distribución ("hay vida más allá de Amazón"), o la creación de incentivos para el lector que vayan mas allá de la lectura. En definitiva, negocios que se ajusten a necesidades reales, y que sobre todo tengan siempre en consideración al lector tratándole con un respeto y sensibilidad distinta a como se está haciendo en la actualidad.

Para concluir, Celaya ha hecho hincapié en esa labor/objetivo conjunto que es la creación de un canal sostenible a medio plazo, que permita recuperar lectores creando una conciencia de sector bajo la bandera de la cultura.