La última mesa redonda de la primera mañana del Congreso del Ebook de Barbastro ha girado en torno a la transformación de la compra y venta de los derechos de autor en un entorno global y digital.

El emprendedor Pepe Verdes, de Manuscritics, ha moderado un debate en el que han participado Martina Torrades, socia fundadora de The Spanish Bookstage, Guillem d' Efak Fullana-Ferré, director de Barcelona International Training  & Education SL, Laura Ceballos Watling, responsable del área digital de Conlicencia.com y representante de la asociación CEDRO, y Pau Centellas, presidente de ADAL, asociación de agentes literarios creada en 2006.

Pepe Verdes quiso iniciar el debate con un homenaje "personal y sentido" a la agente literaria Carmen Balceljs, una figura imprescindible en el mundo literario hispano, fallecida este año, "por su trabajo de dignificación del autor y del editor".

Homenaje que recogió el que fue hasta el año pasado director de la agencia Balcells, Guillem d' Efak Fullana - Ferré, asegurando que la  octogenaria propietaria era una auténtica convencida de la edición digital.  

Martina Torrades, socia fundadora de The Spanish Bookstage, primera plataforma sobre la compraventa de derechos en español, ha hecho hincapié en la importancia de la lengua española en el mundo, y como América Latina está pasando por un proceso de profesionalizacion en derechos de autor, algo nuevo y que abre muchas puertas a este sector.

Guillem d' Efak es firme defensor de la edición digital pero considera que es un campo con muchas cuestiones pendientes de resolver, "con mucho desconocimiento y dudas tanto en autores como agentes o editores". La primera de esas cuestiones la gestión de esos derechos.

"Los editores no están entusiasmados en el horizonte digital, que es un universo colectivo, y muchas veces son refractarios. En este contexto los efectos pueden ser altísimos para los autores que buscarán otras formas de edición. En un sector en crisis, lo que puede pasar es que el editor sea víctima de esta inacción, pero además se lo hacen pagar a los autores", ha afirmado, subrayando en toda su intervención el "miedo" que tiene el editor a explorar nuevos mercados digitales.

El agente literario Pau Centellas ha abogado por legislar una vez que exista una realidad sólida, ante un mercado digital muy cambiante.  "Vamos a dejar que se defina el escenario digital y a partir de entonces ver qué normas debemos seguir. La ley siempre ha ido por detrás de la realidad. Dejemos que la cosa se ponga en su sitio y ya legislaremos. Hacerlo ahora sin saber como está definido es un error que ya hemos cometido", ha señalado.

Ante esta indefinición, Centellas considera que el sector se vuelve conservador y reacio a los cambios. "No sabemos como se va a adaptar el mercado electrónico y eso hace que todos, escritores y editores, seamos muy conservadores en cuestiones como marcar el precio neto, los royaltis, una feroz protección tecnológica, ... "

 Asimismo ha apuntado que los editores de libros impresos ven con recelo publicar los mismos títulos en versión digital porque consideran que pueden mermar sus ventas y por ello "bloquean o retrasan la edición digital". 

Sin embargo ha recordado el popular caso de '50 sombras de Grey' que fue un best seller en plataformas digitales y ha dado el salto al papel. "Nosotros también tenemos el caso de una autora que ha vendido once millones de su libro en una plataforma on line y sus derechos los ha comprado una editorial en papel", ha apuntado el agente literario.

CEDRO es una asociación de autores y editores de obra impresa en España pero que también está ampliando sus servicios de asesoramiento y de intermediación a hispanoamerica. Su representante Laura Ceballos ha indicado que la responsabilidad "debe partir de uno mismo, ninguna ley va a apoyarte al cien por cien, deberás hacer contratos por seis meses o un año. Y si no tienes la solución deberás proveerla". 

A este respecto, la editora Martina Torrades cree que existen "muchas editoriales pequeñas y medianas que están queriendo hacer cosas nuevas, peleando con Amazon, que saben lo que quieren hacer el día de mañana pero sí que les gustaría tener esa libertad al menos de seis meses".