El catálogo de la exposición La casa Ena recopila en un proyecto editorial la totalidad del trabajo coral que Sara Álvarez ha dirigido. El proyecto centra su interés en la memoria de la casa y en el trabajo de varios artistas que, desde disciplinas y técnicas diferentes, reinterpretan el paso del tiempo y su registro. El trabajo con un carácter colaborativo se refleja en el libro para tener una visión completa de la dimensión del proyecto. En este sentido, tanto la exposición como la publicación tratan de documentar de forma exhaustiva estas experiencias y de establecer conexiones desde la génesis de la idea a los procesos de trabajo.

Esta publicación recoge parte de la extensa investigación y de la documentación compilada a lo largo del proyecto: lecturas, películas, imágenes, fotografías, planos y documentos. Durante el proceso, todos estos materiales se han reunido en un tablero de Pinterest en el que surgen nuevas asociaciones, más allá de las detectadas a priori. La publicación muestra los rasgos principales que recorren el trabajo de Sara Álvarez a través de distintos capítulos ordenados a modo de sucesión de estancias: la entrada, el distribuidor, el almacén, la piel y la herida.

Memoria de una casa, del crítico Miguel Corella, contextualiza una de las estancias de la exposición en la que se recrea del uso de almacén de juguetes y reflexiona sobre la casa y sus múltiples lecturas: casa de juguetes, casa vacía, casa de familia, casa de artista, casa de muñecas, casa en ruinas.

Carlos Mas, colaborador de la Fundación Ramón y Katia Acín, cuenta la biografía de los Acín-Monrás y su relación con la casa en el momento que la habitaron. Una casa que Acín convierte, junto a Conchita Monrás, en hogar, escuela, museo, plataforma, zulo, punto de encuentro y escenario de una vida plena de creatividad.

Ricardo Forriols, en Una casa como nosotros, recoge la casa como memoria de los hechos. Conecta con un cuento de Curzio Malaparte, Una casa como yo, y con el diseño de su propia casa en la isla de Capri. El personaje de Malaparte se vincula con el de Ramón Acín.

Por último, unos textos en primera persona de Sara Álvarez nos acompañan por las estancias, introduciéndonos en las motivaciones, los dispositivos utilizados y las reflexiones que le permiten traspasar el territorio de la autobiografía.