La tradición manda que el día de la Asunción de Nuestra Señora, se elabore en las casas un postre típico a base de hojas de borraja rebozadas con una masa dulce para que las oliveras queden preñadas.
El aceite era y sigue siendo uno de los productos estrella de nuestra tierra, parte fundamental de la dieta, pero antaño usado también para conservar alimentos y para la iluminación de las casas.
El evento pretende acercar esta receta a todo el que no la conozca, y facilitar una tarde de encuentro entre vecinos alrededor de una fuente de crespillos.