Sala de Exposiciones de la Diputación de Huesca

Viajes utópicos

Viajes utópicos

La novena edición del programa Visiona/HU continúa con el ciclo iniciado en 2018 en torno a los conceptos de «viajes y desplazamientos», y las transformaciones que estos han inferido tanto en los territorios como en sus poblaciones.

Comisario: Pedro Vicente-Mullor

Esta edición se centra en el concepto de la utopía en los viajes, entendidos estos como imposibles, fracasados, preludios de algo que está siempre por venir. Viajes sin destino ni llegada, rectilíneos, expediciones que acaban en naufragio, huidas en donde el propio viaje es el destino que se aleja de la realidad, e incluso viajes que no existen físicamente, sino que solo se proyectan en y desde la imaginación del autor. Fuente de inspiración y fascinación para la humanidad desde hace siglos, y desde los primeros relatos imaginarios hasta las películas y libros de ciencia ficción, los viajes utópicos han ofrecido una visión de un mundo idealizado e imaginado en donde todo es posible y la ficción se acaba convirtiendo en realidad.

La exposición Viajes utópicos incluye el trabajo de los artistas Fernando Prats, Cristina De Middel, Joan Fontcuberta, Rogelio López Cuenca, Greta Alfaro y Andrés Pachón, así como de los cineastas Georges Méliès y Segundo de Chomón, y se centra en cómo estas utopías en forma de viaje han sido representadas en la creación contemporánea. Estas representaciones se sitúan a mitad de camino entre la ficción y lo real, entre la fantasía y lo documental, entre la imaginación de los artistas y la gesta del explorador. Las obras presentes en esta exposición cuestionan el uso y el rol de la imagen, su poder de representación, sus efectos y afectos en lo representado, determinando cómo percibimos el mundo, y cómo la visión de algunos artistas nos hace soñar y viajar, desde el compromiso de la imagen, a lugares que parecen, pueden o pudieron existir.

Fernando Prats. Gran Sur, 2011. Instalación. Foto. Javier Broto

 

Viajes utópicos plantea la importancia que la representación tiene en la construcción de nuestras utopías, la significancia del poder del relato en esa construcción subjetiva. En las obras presentes en esta exposición, la representación no solo puede reflejar la realidad, sino que además la puede (re)construir y (trans)formar, modelando nuestra percepción del mundo. Al hacerlo, no solo describe lo que es, sino que también propone lo que nunca fue, o lo que podría haber sido, embarcándonos en un viaje utópico que tiene como única salida y destino nuestra propia imaginación, haciendo lo imposible posible, y lo posible, imposible.

Vista de sala. Foto. Javier Broto

 

Paralelamente a la exposición, se ha editado una publicación que reúne los textos críticos de Miguel A. Delgado, Ivan Pintor, Natasha Christia y Pedro Vicente-Mullor, y se ha realizado un completo programa de actividades que incluye conferencias, proyecciones cinematográficas, visitas guiadas y talleres de Inteligencia Artificial orientados a niños.

 

Del 13 de septiembre al 17 de noviembre de 2024
De martes a viernes, de 18.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas

Calendario de exposiciones

Imaginarios colectivos: la construcción de la imagen turística

Corinne Vionnet. Serie Photo Opportunities, 2005-presente. Cortesía de la artista. Proyecto producido con el soporte de The Swiss Arts Council Pro Helvetia

Comisario: Pedro Vicente

Desde sus comienzos, la modernidad se ha basado en una hegemonía de la visión, en la que el pensamiento y la cultura occidentales han estado dominados por un paradigma de conocimiento, ética y poder centrados en la mirada. El poder y discurso de la mirada, la relación entre el que mira y lo mirado, o la capacidad y autoridad de mirar del que mira, se prestan a la crítica social en las relaciones entre uno mismo y con el otro. Visión y mirada acaban por reducir todo a una imagen idealizada que pocas veces se corresponde con la realidad, ya que se basa en una construcción subjetiva. El turismo, y el uso que este ha hecho de la fotografía, podrían entenderse como una cristalización de esta hegemonía de la visión. 

Mucho antes de la comprensión de la industria turística tal y como la conocemos hoy en día, los viajes de placer como el Grand Tour se basaban en el aprendizaje de idiomas, hablar con los lugareños y recopilar datos sobre personas y territorios. Sin embargo, durante el siglo XIX, el énfasis cambió rápidamente del oído a la visión con la invención de la fotografía y su paulatina democratización; el viajero pasó de descubrir lo desconocido a coleccionarlo y domesticarlo mediante la toma de imágenes. El predominio de la mirada y su función dentro del turismo, como en otros ámbitos de la modernidad, ha sido comúnmente asociado con las crecientes complejidades de las relaciones de poder que han ayudado en esa domesticación de lo exótico. 

Dentro del programa VISIONA/HU, la exposición Imaginarios colectivos: la construcción de la imagen turística se aproxima a la importancia que el uso de la imagen tiene para la promoción turística, la construcción de imaginarios colectivos, la significancia en esa construcción subjetiva del poder de la mirada, la transcendencia de la representación del turista y la transformación de los destinos turísticos a través de esa representación. Exposición y publicación muestran los trabajos de los artistas Perejaume, Oriol Vilanova, Corinne Vionnet, Sascha Pohle, Albert Gusi, Lucien Briet y Eduardo Nave, cuyas obras dialogan con diferentes materiales promocionales turísticos y de archivo como las colecciones de fotografía estereoscópica El Turismo Práctico y Rellev, una serie de anuncios realizados por Kodak llamados Coloramas, carteles turísticos del CDTE que fueron usados para promocionar España con imágenes de Huesca o la colección de postales “Same Sky Postcards”.

La mirada del turista, y por lo tanto, el poder de representación de la imagen y sus efectos y afectos en lo representado, y en nosotros mismos, son los ejes temáticos de Imaginarios colectivos: la construcción de la imagen turística. La exposición y la publicación que la acompaña, cuestiona la importancia del uso de la imagen en la representación turística a lo largo de la historia, junto con los imaginarios generados y asumidos desde esos sistemas representacionales colectivos. La fotografía turística nos da razones, evidencias y certificados con los que soñar, nos transporta desde el compromiso de la imagen a lugares que parecen existir, transformando el mundo en un espectáculo. 

Estas imágenes no son otra cosa que promesas de lo que nos encontraremos en el pasado de la imagen. El turista viaja para poder decir que ha estado allí, en el destino que ya había visitado desde la imagen, y para certificarlo en forma de una nueva imagen. La fotografía fue un producto de la realidad, pero nunca la certificó, es nuestra propia y subjetiva mirada quien debe hacerlo, y no miradas previas falsamente objetivizadas. Debemos quizás deshacernos de nuestras guías de viaje, abandonar la naturaleza certificadora de la fotografía turística, reivindicar su capacidad de descubrir, y reconsiderar cómo miramos a lo que ya conocemos, y lo que conocemos sobre lo que miramos.
 

 

25 febrero / 15 mayo 2022
De lunes a viernes, de 18.00 a 21.00; sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas