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La DPH y el colectivo 4F homenajean a Divina Campo, la fotógrafa de la Huesca de los años cincuenta
10-01-2020 Oferta cultural

Ella puso rostro a una época. Divina Campo recorrió con su cámara calles, colegios, hospitales, diversos puestos de trabajo, fiestas populares, banquetes y bailes de boda y hogares en la capital altoaragonesa en la segunda mitad de la década de 1950. No se conformó solo con ser testigo de una sociedad con ansia de cambios y de mayor libertad, sino que quiso plasmar mediante su objetivo una ciudad a través de las personas y las familias que la habitaban. La Diputación Provincial de Huesca (DPH) edita una publicación con la dirección editorial del colectivo de mujeres 4F y una selección de los fondos que custodia la Fototeca provincial que permite una aproximación a esta pionera que, con o sin pretensiones, dejó un legado para que los oscenses conozcan cómo era su ciudad hace más de medio siglo. 

“Esto me ha llegado al alma”. Así de contundente y con una emoción visiblemente incontenible se mostraba la fotógrafa este viernes en la presentación del libro que le homenajea bajo el título ‘Divina Campo. La mirada de una pionera’ que tenía lugar en la DPH. Ella, a sus 89 años, recordaba aquel laboratorio fotográfico llamado Fotos Campo que su padre ubicó en la casa familiar, en Coso Alto número 88 (actualmente 78) y que le hizo abandonar sus estudios a los trece años para iniciar una carrera profesional en esta actividad. Se forjó como aprendiz con su padre y, después, a los veintitrés años comenzó a realizar encargos que no dejaron de aumentar hasta los veintisiete años, cuando se mudó al País Vasco. 

La fotógrafa describía aquella época como “unos tiempos muy cerrados en que casi todo era pecado”. Ella señala que este libro recoge “un trozo de su vida” y muestra la sociedad de los años cincuenta del siglo pasado cuando “apenas trabajaban mujeres porque no podían”. Argumenta que su hermana fue enfermera hasta que se casó porque a partir de entonces tuvo que abandonar esa actividad profesional con motivo de su matrimonio. Divina Campo agradecía este reconocimiento durante la presentación de este volumen sin poder contener las lágrimas a la DPH, la Fototeca, al colectivo 4F y a quien fue la directora de la galería de arte La Carbonería, María Jesús Buil. 

La diputada en la DPH Sofía Avellanas explicaba que este libro es un agradecimiento a Divina Campo por la cesión de su fondo fotográfico a la Fototeca en 2018. Aseguraba que debe servir “para conocerla de cerca” y “para reconocerla como es debido” y calificaba sus fotografías como un “auténtico tesoro” porque atestiguan el devenir de una época en la ciudad de Huesca.  

Avellanas elogiaba la mirada de esta fotógrafa que supo dar un paso al frente en un momento en que no era habitual que las mujeres desempeñaran labores de este tipo y describía su legado: “Divina captaba la vida con su cámara casi como si fuera su pasión, en sus instantáneas se siente el pulso vital de los retratados y hasta su respiración; en algunas incluso se oye la risa de una niña que chapotea en una piscina o la música en un baile de una boda, el sonido del gentío desde un velador en los porches de Galicia; el silencio en el interior de un hogar; las animadoras en un partido de fútbol juvenil o la actuación de la Agrupación de Danzantes en el año 55”.

El colectivo 4F considera que la obra de Divina Campo cayó en el olvido pese a su importancia como testimonio de una época porque “ser mujer, en los años 50 y aún hoy en día es una tara para la visibilidad y el reconocimiento social”. Una de las componentes de este colectivo, Tamara Marbán, considera que su caso es un reconocimiento tardío: “Qué hemos hecho tantos años sin saber que Divina existía. Cuántas mujeres nos hemos dejado por el camino, no solo fotógrafas sino también de otro tipo de profesiones. Divina llegó a coger la cámara, pero cuántas otras no llegarían a cogerla por miedo, porque les cortaron las alas; porque les dijeron que no podían o que no debían”.

Hasta hace cuatro años apenas se tenía constancia de la importancia del archivo de esta fotógrafa. La directora y propietaria de la sala de exposiciones de la Carbonería, María Jesús Buil, fue quien contactó con la Fototeca de la DPH para advertir de este fondo. Posteriormente, en 2016, Divina Campo ingresó un fondo de 17.000 negativos datados entre 1954 y 1958 de fotografías tomadas en Huesca y en su entorno y en 2018 lo cedió en régimen de comodato. 

Fondo de Divina Campo Ramiro
Divina Campo nació en Lérida el 27 de diciembre de 1931. Fue fotógrafa profesional en la ciudad de Huesca entre los años 1954 y 1958. Su actividad fotográfica a partir de 1960 se reduce al ámbito privado y familiar. 

El fondo que en 2018 ingresó en la Fototeca Provincial consiste en más de 17.000 fotografías. Se trata de negativos en soporte plástico en blanco y negro de formato 35 milímetros, junto a sus capturas digitales, y copias de gelatina de revelado químico sobre papel. 

Destaca la colección de fotografías familiares y de encargo, con retratos infantiles y femeninos y reportajes tanto de empresa como de todo tipo de eventos. Los planteamientos en la planificación y el desarrollo de su trabajo otorgan una gran singularidad a sus fotografías, alejadas de cualquier convencionalismo y todas ellas tomadas en escenarios reales. Puntualmente realiza fotografía pericial  de vehículos siniestrados. 

La Fototeca de la DPH custodia más de 400.000 documentos fotográficos y audiovisuales
La Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca tiene su origen en la adquisición del fondo Ricardo Compairé Escartín en 1989 ha cumplido 30 años de historia, este año. A  lo largo de estos años se ha convertido en un instrumento vital de la política cultural de la DPH, cuyo protagonismo ha ido aumentado paulatinamente a medida que la población, técnicos culturales y responsables políticos han sido conscientes de la importancia de la recuperación y conservación del patrimonio en imagen como elemento de identidad cultural y riqueza del territorio.

La Fototeca tiene a su cargo mas de 400.000 documentos fotográficos y audiovisuales de diversas procedencias: fondos y colecciones cedidas o donadas por particulares, entidades públicas o privadas, así como documentos generados por la propia institución y colecciones propias. 

Es un servicio público que tiene como misión reunir, conservar y difundir el patrimonio fotográfico y audiovisual de la provincia de Huesca, aunque en las actuales líneas de trabajo prevalecen las actuaciones encaminadas a la salvaguardia y difusión del patrimonio fotográfico. La Fototeca es un espacio abierto a los ciudadanos a través de sus diferentes servicios, los cuales facilitan el acceso tanto del fondo fotográfico y audiovisual como del bibliográfico y se ofrecen visitas guiadas a las instalaciones para dar a conocer el lugar donde se tratan, conservan y difunden los documentos.

Audios

Divina Campo explica que este libro es un trozo de su vida.mp3
Tamara Marbán del colectivo 4F.mp3