Capella de Ministrers
Carles Magraner
JAUME I, Amors e Cansò
Homenaje al Rey Jaume I en el preámbulo del 750 aniversario de su muerte (1276-2026) Trovadores de la Corona de Aragón
Catedral de Santa María del Romeral
22:30 horas
MONZÓN
Los trovadores fueron poetas-músicos cuya actividad poética y musical se desarrolló principalmente entre las cortes europeas occidentales, especialmente en la Francia de los siglos XII y XIII, así como en la antigua Corona de Aragón. Con los trovadores, la música y la poesía se combinaron al servicio del ideal del amor cortés, siendo el amor/desamor el tema principal en la poesía trovadoresca, y la necesidad de expresarlo musicalmente llevó al establecimiento de diversos géneros (canso, pastorelas, albas...). Capella de Ministrers nos propone un sugerente viaje a la época medieval de la mano de trovadores como Berenguer de Palou o Ponç d'Ortafà, entre otros, vinculados a la figura de Jaime I “el Conquistador”.
A lo largo de los siglos, la figura de Jaime I, rey de Aragón y conde de Barcelona, y primer rey cristiano de Valencia y Mallorca, ha sido reverenciada como un símbolo de nuestra identidad colectiva e, incluso, como el principal creador de lo que sería, a partir de su reinado, la Corona de Aragón hispánica, un estado que pervivió hasta las primeras décadas del siglo XVIII, cuando Felipe de Anjou lo extinguió con los conocidos Decretos de Nueva Planta, tras ganar la Guerra de Sucesión. El recuerdo de una determinada imagen del rey Jaime –perpetuada en gran medida a través de su Llibre dels feits– nunca perdió su poder de atracción sobre eruditos y estudiosos, sobre historiadores y letrados. Incluso su memoria pervivió, más o menos desfigurada, entre el pueblo.
No podía ser de otra manera, ya que Jaime I integró los territorios valencianos y baleares en la civilización europea occidental y fundó sendos reinos cristianos, con límites fijados por la legislación y con una soberanía jurídica propia dentro del conjunto catalanoaragonés. Por ello, en Valencia y en Mallorca, principalmente, durante toda la época foral, la veneración por Jaime I fue muy notable, y su mitificación se produjo principalmente en estos territorios. Tanto en Palma como en Valencia se han conservado siempre –con mayor o menor esplendor y con los altibajos propios de las diversas épocas– la Festa de l’Estendard d’Aragó y la Festa del 9 d’Octubre, en cada caso, como un poderoso emblema de ambas personalidades ciudadanas colectivas. (‘Fundamento y símbolo’. Vicent Josep Escartí. Universidad de Valencia / IEC)