Hemeroteca 2005

La Diputación de Huesca participa en la celebración de Clásicos en la Frontera que se desarrolla en la Ribagorza
Imagen: La Diputación de Huesca participa en la celebración de Clásicos en la... 22-08-2005
Trece actuaciones musicales componen la novena edición de esta cita con las melodías clásicas
El sonido de la orquesta de cámara Wiener Mozart Akademie cerrará este domingo el Festival Clásicos en la Frontera, en uno de los dos únicos conciertos que esta formación vienesa ofrece en el territorio nacional. Artistas procedentes de países como China o Bulgaria y del territorio nacional y aragonés han ofrecido desde el pasado mes de julio la oportunidad de sumergirse en un recorrido por la esencia de la música clásica.

La novena edición de este ciclo de música clásica se desarrolla hasta el próximo domingo 27 de agosto a medio camino entre las localidades de El Grado, Graus, Isábena, La Puebla de Castro, Lascuarre, Secastilla y Capella, a los que, en esta ocasión, se incorpora Benabarre. La diputada de Cultura de la Institución provincial, María Antonia Brusau, fue la encargada de dar a a conocer, junto a varios ediles de la zona y la directora del festival, las líneas centrales de la programación que reúne este año Clásicos en la Frontera.

Los sonidos que emanan de instrumentos como el laúd, el órgano o el saxo se funden en este festival con la voz y el patrimonio artístico y monumental de la Comarca de la Ribagorza para mostrar un sinfín de estilos de este género que ha transcendido las fronteras del tiempo y del espacio. Por ello, esta cita musical acoge desde los repertorios del clasicismo y el romanticismo hasta creaciones propias de nuestro tiempo.

La influencia mediterránea y la maestría al piano abrieron esta edición de la mano de la cantautora María del Mar Bonet y el pianista y compositor catalán Manel Camp. Clásicos en la Frontera, que nació en 1997 con el objetivo de revitalizar el turismo de esta zona del territorio altoaragonés, se ha convertido en una cita que permite descubrir las señas de identidad y la variedad que encierra tanto la música clásica como la Ribagorza.