Continuando con el objetivo de garantizar la igualdad de acceso a los servicios básicos en todo el territorio, y evitar al mismo tiempo que desaparezca algo tan demandado como el servicio de farmacia en los pequeños municipios, la Diputación Provincial de Huesca subvenciona a las oficinas de farmacia de los municipios con menos de 1.000 habitantes del Alto Aragón.
Estos núcleos concentran una parte importante de población de personas mayores, que son a su vez sus principales usuarios, por lo que la institución sufraga entre otros los gastos de funcionamiento para conservar un servicio cuyo mantenimiento no se pone en duda en las localidades más grandes pero que, en el medio rural, tienen cada vez más dificultades para permanecer abiertos.
Las boticas beneficiarias reciben un fijo de 1.500 euros por oficina de farmacia solicitante y una cantidad variable en función, entre otros criterios, del número de habitantes del municipio donde están instaladas y la pérdida de población en los 10 años anteriores.