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Al Ayre Español actúa este viernes en la Catedral de Jaca
Imagen: Al Ayre Español inaugura el Festival Camino de Santiago. Al Ayre Español inaugura el Festival Camino de Santiago. 07-08-2015 Festival Camino de Santiago

Al Ayre Español fue fundado en 1988 con el propósito de recuperar y poner en valor la música barroca española y hacer frente a los tópicos que por aquel entonces la rodeaban. Desde entonces la ingente labor de recuperación de este patrimonio, que ha llevado a cabo Eduardo López Banzo, y sus coloristas interpretaciones, que aúnan rigor y excelencia, han sido internacionalmente reconocidas y el Gobierno de España lo refrendó concediendo al conjunto el Premio Nacional de Música en el año 2004.
 
Entre las últimas actuaciones cabe destacar las realizadas en la Filarmónica de Berlín, con un programa de música española y J.S. Bach, y la Temporada de Ibermúsica de Madrid, con las Sinfonías 40 & 41 de W.A. Mozart. En 2012, dentro de su programa de recuperación de partituras emblemáticas del repertorio europeo, estrenaron en primera audición mundial con instrumentos de época el oratorio Il martirio di Santa Teodosia de A. Scarlatti. La última interpretación de la obra, en el imponente marco de la Laeiszhalle de Hamburgo, obtuvo un resonante éxito. Por otra parte su última grabación discográfica, una selección de los Grand Concertos Op. 6 de G.F.Handel, fue acogida con gran entusiasmo por la crítica de todo el mundo, que ha destacado la novedosa visión que Al Ayre Español ha aportado a esta célebre obra.

Este año 2013 se cumplieron 25 años de presencia de Al Ayre Español en los escenarios.  Para celebrarlo en abril se estrenó su versión de Le quattro stagioni de Vivaldi, en mayo se realizó una gira con la ópera Agrippina de G. F. Handel que se interpretó en el Théâtre des Champs Elysées de París y el Auditorio nacional de Madrid. 2014 lleva a la agrupación aragonesa al auditorio Miguel Delibes de Valladolid, a la Laeizhalle de Hamburgo y al Klangvokal de Dortmund, entre otros.

FORMACIÓN
Flauta de pico: David Antich
Violín 1: Farran James
Violín 2: Pedro Luis Arteche
Violonchelo: James Bush
Violone: Francisco Aguiló 
Director & clave Eduardo López Banzo

EL CANTO DE PARTÉNOPE
CONCIERTOS NAPOLITANOS (1725)


I
Alessandro Scarlatti (1660-1725)
Concerto XII, en do menor
Moderato - Fuga - Largo - Allegro - Allegro
Alessandro Scarlatti
Tocata per cembalo d'ottava stesa (Nápoles, 1723)
Alessandro Scarlatti
Concierto IX, en la menor
Allegro - Largo - Fuga - Largo - Allegro

II
Francesco Mancini (1672-1737)
Concerto XIX, en mi menor
Allegrissimo - Larghetto _ Fuga - Moderato - Allegro
Concerto VIII, en do menor
Vivace - Largo e staccato - Fuga allegro - Largo - Allegro
Domenico Scarlatti (1685-1757)
2 sonatas, K.99-100
Francesco Mancini
Concerto VI, en re menor
Amoroso - Allegro - Largo - Allegro

Notas al programa
La leyenda quiso que Nápoles surgiera en el lugar que la bella sirena Parténope había elegido para dejarse morir. Al hacerlo, ésta había encomendado simbólicamente a la ciudad la custodia de su canto. La música era la seña de identidad de los napolitanos, en una tierra que desde siempre, había sido gobernada por extranjeros. Ya a mediados del siglo XVII, Nápoles destacaba como uno de los grandes centros musicales italianos. Los entusiastas relatos de viajes como Meyer, De Brosses o Burney comparan su vida musical con la de Venecia, Dresde o París.
Las obras con flauta de este programa proceden de un manuscrito conservado en el Conservatorio de San Pietro a Majella en Nápoles. Su título es Concerti di Flauto,Violini, Violetta, e Basso, di Diversi Autori, y reúne 24 composiciones para una flauta de pico solista acompañada por cuerda y bajo continuo. El manuscrito está datado en 1725, año de la muerte de Alessandro Scarlatti. Se inscribe pues en el período de transición entre la primera escuela napolitana y la generación sucesiva, caracterizada por manieras más "galantes" y más inclinadas hacia los gustos internacionales.
Un gran número de literatos y músicos, entre ellos el propio Haendel, así como sus protectores romanos y muchos de los diplomáticos y visitantes extranjeros, eran fervientes seguidores de los ideales poéticos de la Arcadia. Este concepto estético había nacido justamente de la contemplación de la naturaleza que rodea Nápoles, y perseguía la recreación de la mitología clásica ambientada en aquellos escenarios. La asociación de la flauta de pico con las escenas idílicas y pastoriles era un tópico del teatro musical inspirado en la Arcadia.
No se puede pintar una vista e Nápoles sin coronarla, con el suave perfil del volcán y su omnipresente penacho de humo. Además del suspiro amoroso de Parténope, en estos conciertos parece oírse también la voz tronante del Vesubio, a punto de escupir torrentes de lava.