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Benabarre desafía al calor para disfrutar del SoNna Huesca
Imagen: Aita mon amour Aita mon amour 12-08-2024

El público desbordó las previsiones y llenó el espacio escénico de la ermita de San Medardo de Benabarre, pese al calor reinante. La mezcla de tradición y contemporaneidad magrebí de Aïta mon amour fascinó a un aforo completo, que se espera hoy repita en Castejón de Sos con la catalana Clara Peya. El concierto matinal de Blanca Altable en el Molino de Centenera cierra mañana el fin de semana ribagorzano del Festival Sonidos en la Naturaleza, que organiza la Diputación Provincial de Huesca.

Más de trescientas personas se congregaron en la calurosa tarde de ayer en el entorno de la ermita de San Medardo de Benabarre para disfrutar de la voz de Widad Mjama, considerada la primera mujer rapera del Magreb, en esta ocasión divulgadora de la llamada tradición “aïta”, el ancestral arte poético y musical de las zonas rurales de Marruecos. Acompañada del productor y compositor de música electrónica Khalil Epi, al mando de cuerdas, sintetizadores y “loops”,  Widad Mjama repasó canciones de trabajo y de celebraciones que desde el siglo XII han asumido las llamadas chikates, mujeres cantantes y transmisoras orales de la cultura popular magrebí.

El resultado escénico fue una suerte de electro ancestral hip hop en el que se mezclaba la tradición oral femenina del mundo rural marroquí con la música suburbana de Casablanca. Un tránsito entre la tradición y la modernidad que hacía resonar este arte ancestral en la era contemporánea y digital. 

Widad se expresó en inglés para presentar sus temas y exhibió una complicidad total con su compañero de escenario. No solo el público movía sus abanicos. La ola de calor del fin se semana hacía que ayer la propia Mjama tuviera que usar el suyo para aliviar el calor. Hasta una marroquí sufría ayer el calor reinante en la península Ibérica. Pero a pesar del calor y de lo específico de la propuesta musical, el público disfrutó del espectáculo, sobre todo en la parte final del recital, cuando el sol se dio un descanso.

Aïta mon amour y Widad Mjama fueron fieles ayer al espíritu y la fuerza de sus orígenes en un viaje conmovedor a la historia de aquellas mujeres, de aquellas chikates de las que Widad es su digna heredera; la última generación, que revisita el pasado desde el futuro electrónico.

Clara Peya en Castejón de Sos

El SoNna Huesca continúa hoy con su mini gira de este fin de semana por la comarca de la Ribagorza y se traslada hoy a los bosques de Castejón de Sos para albergar el concierto de la catalana Clara Peya.  El bosque elegido para este espectáculo está situado en las inmediaciones del río Ésera, entre los barrancos de Gabás y Urmella, más cerca de la pedanía de El Run, que de Castejón de Sos, de donde parte el itinerario que hará el público hasta el bosque. 

A este respecto, la organización quiere recordar que el punto de encuentro está situado en el espacio urbano de Castejón de Sos donde se ubica el crucero de término de la localidad (Calle El Ral), y que solo es posible acceder a pie al escenario ubicado en pleno bosque. Es un lugar perfecto para el recital de la catalana Clara Peya, considerada una de las creadoras más originales y únicas que han aparecido en los últimos tiempos en la escena musical de nuestro país. Vanguardista y transgresora, Clara Peya es musicalmente inclasificable, pues se mueve entre el jazz, el pop y la electrónica, manteniendo como eje de su espectáculo el piano. 

Clara Peya estará compañada de Santi Careta, guitarrista, compositor y productor. En este proyecto Peya y Careta se unen para redescubrir la discografía de la pianista, reinterpretando temas ya publicados y descubriendo otros. A partir de su recorrido musical y sus emociones, ambos artistas ?encuentran en el recital conjunto una nueva vía de experimentación con sus voces, ya eclécticas e inclasificables por naturaleza.


Blanca Altable en el Molino Centenera (Graus)

La última cita del fin de semana es un concierto matinal (12.00) mañana domingo a cargo de la burgalesa Blanca Altable, una de las poca violinistas del entorno de la música tradicional castellana. Comenzó su andadura en solitario con el álbum Somos Polvo (2021), donde además de profundizar en la posibilidades sonoras de su violín, se inició en la exploración del loop, como pieza angular de su sistema compositivo, y de su voz. Dos años después llegó Las Formas del Agua (2023) como una evolución palpable de esta exploración. Este último trabajo es una sinfonía de sonido post folk y post minimalista, donde la belleza se entrelaza con la vanguardia de manera exquisita a través de las capas de su violín, su voz y la percusión. 

El escenario elegido para la violinista castellana es inédito en el SoNna Huesca. El Molino Centenera, en La Puebla de Fantova (Graus), está situado en un paraje natural de gran belleza. Imbricado en el ancestral sistema económico y de subsistencia del entorno, fue molino de cereal, de aceituna (almazara), horno de pan y central hidroeléctrica, desde la que se generaba la luz que iluminaba los pueblos del valle hasta los años 70. El molino está ubicado en una finca de más de 3.000 m junto al barranco de Pinares, muy cerca de La Puebla. Cotiella y el Turbón dominan el paisaje.

A punto de desmoronarse, el conjunto fue recuperado por el fotógrafo y sociólogo Javier Selva con el objetivo de convertirlo en un polo y espacio cultural, que ya ha celebrado por ejemplo dos ediciones de su Vagamundos Festival, un certamen de cine de viajes y aventuras que se desarrolla estos días en el Molino de Centenera.