El programa de visitas guiadas que ha iniciado este fin de semana la Diputación Provincial de Huesca para dar a conocer el conjunto de la Cartuja de las Fuentes ha despertado el interés de más de medio centenar de personas llegadas de cerca, del entorno de Monegros, de diferentes puntos de la provincia de Huesca y de Zaragoza, pero también de la vecina Cataluña, de la Comunidad Valenciana o Andalucía. A todos ellos hay que sumar los visitantes holandeses, alemaneses, ingleses y de Francia movidos por la curiosidad de adentrarse en el que hasta ahora es uno de los elementos del patrimonio aragonés menos conocidos por el público y, a la vez, más importantes de la arquitectura de la Ilustración del siglo XVIII en Aragón.

A este público ha sorprendido la imponente arquitectura del barroco tardío que comprueban nada más atravesar la muralla que flanquea el complejo y después de pasar por la antigua portería y la hospedería o el edificio de obediencias al entrar en un recinto de más de cinco hectáreas. Allí les esperan el equipo que les ayudará a recorrer este bien de interés cultural y que está compuesto por una guía, Elisa Zamora, un historiador, Carlos Rodríguez, la coordinadora del programa, Lourdes Biarge, y las anécdotas y curiosidades finales las narra Alberto Lasheras, uno de los mayores conocedores de cuanto ha acontecido en este conjunto.

Además del valor histórico y artístico de la Cartuja de Monegros, estas visitas guiadas intentan llegar a detalles de su historia

Una vez en la iglesia, las miradas se van a la cúpula, a más de veinte metros de altura, y a las pinturas en paredes, techos, bóvedas y capillas del complejo monacal, obra de Fray Manuel Bayeu, para salir de allí sabiendo que este conjunto pictórico mural es el tercero más destacado de todo Aragón, después de la basílica del Pilar y Aula Dei, en Zaragoza.

Además del valor histórico y artístico de la Cartuja de Monegros, estas visitas guiadas intentan llegar a detalles de su historia, de los cartujanos que vivieron allí y formaron la primera fundación de monjes creada por los condes de Sástago allá por el 1507. Fue en el siglo XVIII cuando se levantó un nuevo monasterio, que es la Cartuja tal como la ven ahora.

Mediante planos, se da a los visitantes detalles de las actuaciones urgentes que en este momento está llevando a cabo la Diputación Provincial en algunos espacios del cenobio para el mantenimiento y conservación, además de las vicisitudes hasta que ha quedado en manos públicas gracias a la adquisición por parte de la DPH el año pasado.

Las visitas continuarán el próximo fin de semana en el mismo horario, de 9 a 14 horas, y así durante todo el periodo estival hasta el 4 de septiembre. La empresa que desarrolla el programa, Sueña Monegros, ofrece también la posibilidad de concertar para grupos interesados en otras fechas mediante la reserva previa.