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El IEA publica un libro sobre el legado político de las Cortes de Cádiz, en el bicentenario de su abolición
Imagen: El IEA publica un libro sobre el legado político de las Cortes de Cádiz,... 20-02-2014
Escrito por varios autores bajo la coordinación del director del área de Historia del IEA, Alberto Sabio, se ha presentado hoy con la presencia de la diputada de Cultura Elisa Sanjuán, el director del IEA, Fernando Alvira, y el propio Alberto Sabio
El área de Cultura de la Diputación de Huesca, con la colaboración del Instituto de Estudios Altoaragoneses, ha publicado el libro Las Cortes de Cádiz y los significados políticos del primer liberalismo español: absolutistas y liberales aragoneses en Cortes 1810-1814, en el que se esbozan los perfiles políticos de algunos de los diputados aragoneses que participaron en el acontecimiento. De ellos, además, se muestran algunas imágenes que no se habían localizado hasta ahora.

Aunque es un hecho desconocido para el gran público, en las Cortes de Cádiz hubo 36 diputados elegidos por el Reino de Aragón, entre titulares y suplentes, si bien muchos de ellos nunca llegaron a desplazarse a Cádiz dadas las dificultades de transporte por una península entonces ocupada por el ejército de Napoléon. De todos ellos y de la importancia del legado que dejó la Constitución de 1812 para la Historia de España se habla en el libro Las Cortes de Cádiz y los significados políticos del primer liberalismo español: absolutistas y liberales aragoneses en Cortes, 1810-1814, escrito por varios especialistas y publicado por el área de Cultura de la Diputación de Huesca, con la colaboración del Instituto de Estudios Altoaragoneses, para recordar que en 2014 se cumplen doscientos años desde que Fernando VII derogase la Constitución de Cádiz, con todo lo que ello conllevó.

En el acto de presentación del volumen, que ha tenido lugar hoy en la sede del Instituto de Estudios Altoaragoneses, han participado la responsable de Cultura y Educación de la DPH, Elisa Sanjuán, el director del IEA, Fernando Alvira, y el director del área de Historia del IEA, Alberto Sabio, quien ha coordinado el libro.

Según ha explicado Elisa Sanjuán, Las Cortes de Cádiz y los significados políticos del primer liberalismo español surgió a raíz del bicentenario de la Constitución de Cádiz, en 2012, cuando se celebró el Huesca el ciclo de conferencias 'La Constitución de Cádiz (1812) y los orígenes del constitucionalismo español: luces y sombras'. “Además de las actividades culturales, nos parecía importante recoger en un libro muchas de las investigaciones que se hicieron con el bicentenario y que afectan a figuras altoaragonesas que, de una forma u otra, participaron en la Constitución de Cádiz y, en definitiva, en el cambio del Antiguo Régimen a la Edad Moderna”, ha resumido la responsable de Cultura de la Diputación. El director del IEA, Fernando Alvira, ha añadido: “Lo que queda al final de los ciclos de conferencias y de las exposiciones es el libro, el material impreso, y queríamos que este ciclo en concreto pasara a la posteridad”.

Se trata de una obra formada por cinco capítulos, cada uno de ellos escrito por un profesor universitario especialista en el tema que aborda. Para empezar, el primer capítulo, redactado por el profesor Juan Sisinio Pérez Garzón, de la Universidad de Castilla-La Mancha, aborda tanto los contenidos sociales aprobados en las Cortes de Cádiz y reflejados en la Constitución de 1812 “como las esperanzas populares surgidas a raíz de los debates de las Cortes de Cádiz”, en palabras del coordinador del libro, Alberto Sabio. De la importancia de la religión, y más concretamente del papel que jugó la censura religiosa a pesar de la ley de libertad de imprenta (1810) de las Cortes de Cádiz, tratan las páginas firmadas por Emilio La Parra, de la Universidad de Alicante.

Por su parte, Javier Fernández, especialista en Derecho Constitucional de la Universidad de Zaragoza, disecciona la estructura formal de la Constitución de 1812 y reflexiona sobre sus principales aportaciones en materia de división de poderes, soberanía y representación: “Analiza el enfoque jurídico y cómo la Constitución se convirtió en el mito de la Pepa”, ha matizado Sabio. Finalmente, Alberto Gil Novales, de la Universidad Complutense de Madrid, recoge “la vigencia de la Constitución de Cádiz durante el Trienio Liberal y el gran impacto que tuvieron la sublevación de Riego y el retorno de la Constitución de 1812 más allá de las fronteras españolas”.

Retratos inéditos de algunos diputados aragoneses

En el capítulo “Topografía política y terrenos ideológicos de los diputados aragoneses en las Cortes de Cádiz”, el propio Alberto Sabio, docente de la Universidad de Zaragoza, ofrece una taxonomía política de los diputados aragoneses presentes en las Cortes de Cádiz según las ideas que defendieron y en función de cómo les fueron las cosas en su trayectoria vital tras la restauración absolutista de 1814. “Me parecía interesante poner énfasis en los diputados que se jugaron la vida por defender ideas constitucionalistas, que ahora nos parecen básicas, como la división de poderes o la soberanía nacional”, ha aclarado el autor. “Son menos conocidos que otros personajes como Agustina de Aragón o el General Palafox, pero haríamos bien en mirarlos con más detalle”, ha resaltado.

A este respecto, uno de los aspectos más curiosos del libro radica precisamente en que incluye retratos de algunos de estos diputados, de quienes no siempre se habían localizado imágenes. Así, en las páginas centrales de la obra aparecen retratos, alguno de ellos firmado por Goya, de los diputados oscenses José Duaso y Latre, Pedro María Ric, José Aznárez Navarro y Eusebio Bardají y Azara, quien fue presidente del Gobierno de agosto a octubre de 1837; de los diputados turolenses Isidoro de Antillón y Marzo, el único que sufrió un atentado y cuya tumba fue profanada por los absolutistas en 1823, Vicente Pascual y Esteban, quien presidió el Congreso de febrero a marzo de 1812, y Juan Romero Alpuente, uno de los que más controversias generó en la época; y de Lorenzo Calvo de Rozas, intendente de Aragón y secretario en las Cortes aragonesas de 1808 que en 1809 plantearía la necesidad de convocar Cortes españolas para dotar a España de una constitución.

En estas páginas se ahonda también en la “infravalorada” figura de Victorián de Villava, profesor en la antigua Universidad de Huesca, “precursor de muchas ideas plasmadas en 1812 y autor de enorme influencia en las constituciones americanas de aquellos años”, como ha remarcado Sabio.

Audios

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