"Netflix es el editor del siglo XXI, pero no creo que sea una amenaza" para la lectura. Así ha concluido Elena Neira, profesora de estudios de comunicación en la UOC y experta en comunicacional audiovisual, su intervención con la que se ha abierto el VI Congreso del Libro Electrónico que se celebra en Barbastro. Neira ha conversado con el periodista cultural de TVE y escritor Carlos del Amor, quien le ha ido planteando diversas preguntas acerca sobre qué impacto tienen las plataformas de series en streaming en el mundo del libro.

Centrándose en la plataforma de consumo audiovisual en streaming por excelencia, Netflix, Neira introduce al auditorio en el modelo de negocio seguido por una plataforma que en 11 años ha conseguido 30 millones de suscriptores en los 130 países en los que está presente. Y está tratando de penetrar en China, aunque se encuentra con las presiones del gobierno chino que quiere controlar sus contenidos.

Carlos del Amor: "Netflix ha creado una dependencia que quita tiempo a la lectura y ha canibalizado lectores"

Su modelo de negocio se basa en el pago por suscripción sin publicidad, "lo que le confiere una gran ventaja frente a las televisiones comerciales". Su interés se centra en ganar suscriptores, evitar perderlos y mantener los que ya tiene ofreciendo una gran programación aunque no siempre sea de calidad, como le reprochan sus críticos.  

"Netflix gana dinero cuando tiene suscriptores y lo pierde cuando uno se da de baja. Y toda su objeto de negocio principal es fidelizar suscriptores. Lo que busca por encima de todo es la eficiencia del contenido por encima de todo, y el contenido eficiente es el que genera más horas vistas. Netflix apuesta por las series porque hay una dependencia de la historia como en los folletines seriados de la Inglaterra victoriana".

"Netflix es la cara más visible de la revolución de la televisión por Internet" y su estrategia se basa en el análisis de las preferencias de sus usuarios, para descubrir "qué les engancha y en qué momento del contenido audiovisual". Una idea que según esta profesora "se podría aplicar al mundo editorial". "¿En qué momento del libro se engancha el lector?", ha planteado Neira.

"Netflix fragmenta el contenido para un nicho global, no se produce pensando  en contenidos sociodemográficos como se hacía tradicionalmente, sino que se segmenta en comunidades de gustos", globalizando las preferencias de cada usuario y favoreciendo el "visionado en movilidad", algo que hacen 2 de cada 3 suscriptores.

Es importante asimismo tener en cuenta el sistema de recomendación: se debe elegir antes de un minuto y medio, o la elección se complica, e incluso se abandona.

En el ámbito de la promoción se realiza un marketing de proximidad que apele a las emociones, como por ejemplo el impactante anuncio de las serie Narcos en la "blanca Navidad" o la presencia de Rajoy anunciando la nueva temporada de "Black Mirror".

Estas lecciones, descubrir el umbral de enganche, analizar los gustos personales, crear un marketing que apele a las emociones del lector y facilitar la elección, son aplicables al mundo editorial para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.

Pero la gran pregunta sobre la que ha girado el debate es: ¿Ha quitado Netflix tiempo a la lectura? ¿Ha fagocitarlo lectores?

Para Carlos del Amor la respuesta es clara: "Sí por una ecuación lógica y es que no disponemos de tantas horas. Si pasamos 8 horas durmiendo, 8 trabajando y 4 viendo series, en algún momento debemos hablar, estar con la familia o hacer otras cosas", ha indicado el periodista y escritor, quien sentencia que "Netflix ha creado una dependencia que quita tiempo a la lectura y ha canibalizado lectores".

En cambio Neira insiste en la idea de que Netflix "es el editor del siglo XXI, no es ninguna amenaza. Se ha hecho un sitio en el bolsillo del espectador, pero igual podrían conseguirlo los libros con un poco de pensamiento estratégico".