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Antonio Cosculluela entrega el Premio Vendor al municipio de Alquézar
Imagen: Antonio Cosculluela entrega el Premio Vendor al municipio de Alquézar 23-10-2008
La labor desarrollada en Alquézar ha logrado convertir un pueblo agrícola en un destino turístico de referencia
El alcalde de Alquézar, Santiago Santamaría, recibió de manos del Presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela, el Premio Vendor en la categoría que reconoce la labor de los municipios, en este caso como modelo de desarrollo. Estos Premios se organizan cada año por el Club de Marketing de Aragón.

En esta edición, la Diputación de Huesca propuso a la localidad de Alquézar para recibir el 'Premio Vendor a la labor de un municipio' y por su labor y esfuerzo como modelo de desarrollo rural. Alquézar constituye un ejemplo de la capacidad de transformación y de adaptación del medio rural oscense a la realidad socioeconómica de hoy en día.

Estos premios se deciden por votación de la junta directiva de Club de Marketing de Aragón a partir de las propuestas recogidas por parte de socios del Club, instituciones, medios de comunicación, etc. Siguiendo este proceso, Alquézar entró a formar parte de los candidatos en su categoría a propuesta de la institución provincial.

La entrega de premios tuvo lugar en una gala celebrada en la Feria de Muestras de Zaragoza y a la que asistieron unos 800 invitados. Entre ellos, el Presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela, el Presidente de la Comarca del Somontano, Jaime Facerías, y el alcalde de Alquézar, Santiago Santamaría, que acudió acompañado de varios miembros de la corporación municipal y de su predecesor en el cargo, Mariano Altemir. Estos galardones, cuya historia des se remonta al año 60, se conceden a instituciones, empresas y profesionales de Aragón que se han distinguido por su trayectoria empresarial y humana. Se entrega un premio en cada una de las once categorías que existen en esta convocatoria.

Reconocimiento a la labor de un municipio

Alquézar vivió, durante largos años y como otros muchos pueblos de la provincia de Huesca, el agotamiento del modelo tradicional de la economía rural del Pirineo, basada en la agricultura y la ganadería de subsistencia.

El reto fue encontrar un nuevo modelo económico que con los recursos disponibles permitiera generar expectativas para su desarrollo, encontrando un modo de contener el éxodo de población y de intentar invertir las tendencias demográficas. Esos recursos son fundamentalmente el patrimonio histórico y arquitectónico de Alquézar y su entorno natural de gran belleza. Por tanto, la transformación consistió en convertir un pueblo agrícola en un destino turístico de privilegio. Este proceso comenzó en los años noventa y en él confluyen actores públicos y privados.