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Intimidad e intensidad del órgano como apertura al mundo
Imagen: Monika Melkova en concierto. Monika Melkova en concierto. 09-08-2019 Oferta cultural Festival Camino de Santiago

Un nuevo concierto del XXVIII Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza la Diputación de Huesca tuvo lugar, esta vez la noche del jueves en la Iglesia de Santa Eulalia de Berdún. Patrimonio sonoro e histórico, su magnífico órgano —de registros únicos— correspondió esta vez a la intérprete eslovaca Monika Melcova, que hace nueve años ya fue invitada por el certamen. "En esa época yo era organista parisina. Desde entonces han cambiado muchas cosas. Tengo mi sede en España, en Granada. Y guardo un recuerdo maravilloso de mi estancia aquí. Estoy especialmente feliz de participar de nuevo, esta edición", destacó la artista.

Para Melcova, cada pieza es única en el momento de ejecutar, todas son especiales, "y trato de ofrecer al público lo mejor de cada una de ellas. Además de la música inglesa y del maravilloso Correa de Arauxo, en mi repertorio he recogido varias sonatas de Scarlatti, muy coloridas y vivas. He traído a Berdún un programa tan festivo como luminoso".

Y así fue. Entre temas clásicos y populares —uno infantil, de su propia tierra—, la organista eslovaca activó con intuición y gran conocimiento el componente mecánico del órgano de Berdún. Su firmeza se apreció en la amalgama de sus notas, un instrumento absolutamente domado por Monika Melcova, que añadía libretos de Giles Farnaby y de John Bull en el menú, componiendo un paisaje sonoro a la carta, tan diverso como completo.

Entre tanta sugerencia y estímulo, la artista obsequió al público de Berdún con toda una sorpresa, una particular improvisación que rápidamente el gentío reconoció: el ‘Somos' de José Antonio Labordeta, en la voz del veterano órgano, una versión preciosa y romántica, que una vez más volvió a mostrar las grandes dotes de Melcova en la ejecución, llena de matices, cambios de ritmo, fuerza y rotundidad, agilidad y viveza.

Igual que la escucha de sus pasajes, para la intérprete, "la música es un viaje y un descubrimiento permanente. Ningún músico necesita viajar tanto como un organista. El instrumento está en cada lugar, tiene su propia estética, según el país, la arquitectura y la historia. Tocar así el órgano es mi manera de celebrar la apertura al mundo", apunta Melcova, en el marco del tema estrella de este año, el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo Magallanes-Elcano.

Actualmente, Monika Melcova es profesora de improvisación en la Escuela Superior de Música del País Vasco Musikene, en San Sebastián. Durante el año pasado, fue invitada como profesora de órgano en Royal Academy of Music in Copenhague. El curriculum de Melcova también ha sido más que viajero. Ha participado con éxito en varios concursos: Diploma de Honor en el Festival de Brujas (1997), Premio del Público del Festival de Žilina (1998), Premio Especial en el Concurso de la UNESCO en Lisboa (2000), organista de la Orquesta Nacional de Francia (2001/02).

Durante el periodo 2002/03 fue nombrada organista titular en residencia del Sapporo Concert-Hall (Japón) en calidad de concertista y profesora, ofreciendo recitales en las principales salas de concierto del país. Como solista, por tanto, ha desarrollado una importante actividad concertística en toda Europa y Japón, actuando en algunas de las tribunas más prestigiosas, como Notre Dame, Saint-Sulpice y La Madeleine de París, Stephansdom de Viena, Frauenkirche de Dresde, Sankt Bavo de Haarlem, en las salas de concierto Suntory Hall de Tokio, Musikverein, Minato Mirai Hall, Opera City Hall, entre muchas otras.