Un total de 47 titulares de plantaciones de trufa en la provincia de Huesca disfrutarán este año de la ayuda que la Diputación de Huesca concede para el fomento del cultivo negro de la trufa negra. Así se ha aprobado en la última reunión de la Comisión de Innovación Local de la institución provincial, tras la cual el responsable de la misma, Luis Gutiérrez, destacó el grado de aceptación que estas ayudas tienen en la provincia oscense.
"Constatamos que la demanda para el cultivo de la trufa negra está consolidándose en buena parte de la provincia de Huesca ya que a las comarcas del Sobrarbe y Ribagorza, a las cuales se asociaba esta actividad en el inicio del programa del fomento del cultivo de la trufa, se van sumando titulares de hectáreas de otras zonas del resto de la provincia como Hoya de Huesca, Somontano o Alto Gállego", ha explicado LuisGutiérrez.
En este sentido, el responsable de Innovación Local ha recordado que precisamente la extensión de esta actividad a toda la provincia se plasma en acciones como la quinta edición de la jornada de degustación popular Trufa-te que organiza la DPH, y que se celebrará el próximo 25 de febrero en Tamarite de Litera, en la comarca de La Litera, sin tradición trufera inicial y que ya cuenta con terrenos preparados para producir trufa.
Con todo, en la provincia de Huesca existen cerca de 900 hectáreas dedicadas a la truficultura y que se han puesto en marcha gracias a las ayudas que en 2002 inició la Diputación de Huesca. Precisamente, de las 47 solicitudes que este año disfrutarán las subvenciones últimas aprobadas por la institución provincial, 20 se destinan a nuevas plantaciones y las otras 27 invierten la ayuda en la mejora de riegos.
El total de la subvención que con estos fines destina el área de Innovación Local de la DPH suma 260.000 euros, que van a permitir una inversión de 325.000 euros. Desde el inicio de este programa de subvenciones se han concedido ayudas por algo más de 3 millones de euros.
El objeto de las subvenciones para el fomento de la trufa negra es el establecimiento de nuevas plantaciones con plantas micorrizadas con Tuber melanosporum, nombre científico de la trufa negra, con la instalación de cercado en las nuevas parcelas, así como se destinan también a la mejora de las plantaciones mediante la instalación de un sistema de riegos en la misma parcela.
El diputado Luis Gutiérrez ha recordado que "la truficultura supone unas ventajas sociales, económicas y medioambientales que hacen muy interesante esta actividad, que además supone un cultivo alternativo para tierras donde el cereal no tiene tanta salida, contribuye a la diversificación de la economía rural y ayuda al asentamiento de la población en nuestros pueblos".