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La DPH ya trabaja en cerca de la mitad de las 321 poblaciones rurales que tendrán banda ancha
Imagen: Vecinas en el telecentro de Cantalobos. J. BLASCO Vecinas en el telecentro de Cantalobos. J. BLASCO 30-03-2019 Tecnología Desarrollo Rural

Tras dar por finalizado el primer trimestre, el plan Huesca en Banda Ancha de la DPH consigue llegar a 54 poblaciones que ya están conectadas a Internet de alta velocidad y en otra decena se apura la instalación estos días. Se supera así la primera y más compleja de las fases de un despliegue sin precedentes en el medio rural que intenta avanzar a mayor ritmo del previsto, con la conectividad de entre 5 y 6 pequeñas localidades de media cada semana. 

Ante la mayor oportunidad de ofrecer el mismo servicio a una empresa y a cualquier persona desde un pueblo de pocos habitantes que en los principales centros de población, se trabaja simultáneamente en la instalación en otros 75 núcleos rurales dispersos por todo el territorio que van desde los 20 vecinos hasta los de poco más de 800. En todos los casos se encuentran en las denominadas ‘zonas blancas', poblaciones que no disponen de servicios de banda ancha ni tampoco previsiones de que llegara a corto plazo alguna operadora y con esta ambiciosa extensión en la provincia está previsto que en otoño ya tengan este servicio la mitad de las 321 incluidas en el plan.

Es una de las principales apuestas de la Diputación Provincial de Huesca para que, por primera vez, prácticamente todo un territorio esté conectado a alta velocidad, con 100 megas en los cascos urbanos y al menos 30 en las zonas diseminadas. Esto es ya una realidad para alrededor de 5.000 habitantes efectuada la primera fase del despliegue por la operadora aragonesa Embou, que no solo va a permitir a estos vecinos atender sus necesidades básicas sino también la mejora de las prestaciones en salud, evitar desplazamientos innecesarios y generar nuevas oportunidades de fijar de población en el medio rural.

Las 54 instalaciones activas se han puesto en marcha en las localidades (por orden alfabético) de Adahuesca, Albero Bajo, Alcalá del Obispo, Almudáfar, Angüés, Arbaniés, Argavieso, Arguis, Artasona del Llano, Baells, Barbués, Barbuñales, Berbegal, Bespén, Blecua, Borau, Callén, Camporrells, Cantalobos, Castejón de Arbaniés, Castelflorite, Coscojuela de Fantova, Enate, Fañanás, Fornillos, El Grado, Huerta de Vero, Ilche, Junzano, Lafortunada, Laperdiguera, Lastanosa, Monesma, Montañana, Morilla, Nacha, Ola, Osso de Cinca, Peralta de Alcofea, Ponzano, Pueyo de Fañanás, San Jorge, Sangarrén, Santa María del Pilar, Secastilla, Tella, El Tormillo, Torralba de Aragón, Torreciudad, Torres de Barbués, Torres de Montes, Ubiergo, Valfarta y Valsalada, donde empresas y vecinos con la contratación de este nuevo servicio a precio de mercado pasan a emprender un nuevo camino en el que se abren posibilidades de negocio, sociales y también de entretenimiento.

Segunda oportunidad para las zonas rurales
El comienzo del segundo trimestre supondrá terminar en los próximos días con la instalación en Puente de Montañana, Velillas, Siétamo, Salas Altas, Lascellas, Escarrilla, Coscullano y Artasona, lo que con el trabajo en marcha en alrededor de 130 localidades supone un indicador positivo adelantando al calendario previsto entre la DPH y la empresa (Embou-MásMóvil), que de mantenerse a este ritmo podría alcanzar el final en poco más de un año con más de veinticinco personas trabajando en el proyecto.

Con una inversión de 4,5 millones de euros cofinanciada con los Fondos FEDER, esta ambiciosa y pionera iniciativa de DPH situada en línea con otros proyectos como Conecta Aragón del Gobierno de Aragón junto con las nuevas prioridades del Ministerio hacia lo rural, surge como necesidad de abarcar a aquellas localidades de la provincia que por su densidad poblacional se quedaban fuera de los planes de conectividad.

Es por lo que a finales del año pasado arrancó el despliegue de extensión de la banda ancha que supone llegar a más de 300 localidades de la provincia, donde primero se decide con el ayuntamiento el plan de despliegue, es decir, dónde se ubicarán los equipos, que siempre es en dependencias públicas. A nivel técnico, se instala un radioenlace con las torres de servicio para realizar desde ahí el cableado de fibra óptica necesario, utilizando postes y canalizaciones existentes, y poder dar el servicio de datos a centros municipales y hogares que lo podrán contratar desde ese momento. Tal como han manifestado ya algunos de los alcaldes de los municipios con la instalación completada, supone una nueva dimensión para sus gentes y la habitabilidad en las zonas más despobladas. Con esta buena acogida, se perfila como pieza clave en la supervivencia y la reconversión de la actividad económica del medio rural.