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La exposición de cantorales afronta su recta final con más de 4.000 visitantes y abre al público todos los días
Imagen: Público en la exposición se acerca para admirar los códices miniados. P. OTÍN Público en la exposición se acerca para admirar los códices miniados. P. OTÍN 29-03-2018 Oferta cultural

Afronta su recta final una de las exposiciones más especiales de los últimos tiempos, la que desde el mes de diciembre plantea un viaje en el tiempo por primera vez movido por lo que esconden preciados códices medievales conservados en la Catedral de Huesca y después de haber superado los 4.000 visitantes en la iniciativa conjunta del Instituto de Estudios Altoaragoneses junto con el área de Cultura de la DPH y la colaboración del Museo Diocesano.

Tras su reciente restauración, el salón del Tanto Monta ha recuperado con esta exposición que va a prolongar su apertura hasta el domingo 8 de abril y abrirá durante toda la Semana Santa para poner al alcance de los turistas que llegan esta parte del patrimonio cultural hasta ahora desconocido, cantorales de valor artístico, musical y bibliográfico escritos en latín sobre pergamino pautado. Con entrada libre y accediendo por la calle Palacio, el horario de estos días será de 17:30 a 19:30, y el domingo de 11:30 a 13:30, con la visita guiada a las 12 horas. A partir del lunes 2 de abril, se abre de lunes a sábado de 10:30 a 14 y también por la tarde de 16 a 17:30 horas.

Los cantorales, procedentes del monasterio de Santa Engracia de Zaragoza, son diecinueve de los veinticuatro grandes libros de coro que llegaron después de la desamortización de 1835, al depender de la diócesis oscense desde que el rey de Aragón Alfonso I entregó en 1118 al obispo Esteban el santuario de las Santas Masas como recompensa por su colaboración en la reconquista de Zaragoza. Además de poder admirar estos grandes libros de coro, en el salón del Tanto Monta se ha recreado un scriptorium para mostrar al público cómo pudo ser en los monasterios jerónimos, con fuentes gráficas de información y obras originales: escritorios, escultura, pintura, orfebrería y otros objetos.

La muestra se puede visitar de forma libre o con alguna de las actividades paralelas que se han organizado para dar a conocer la colección histórica más importante de libros de canto llano que existe en los archivos aragoneses con miniaturas realizadas entre finales del siglo XV y hasta el el XVIII. De los 4.312 personas que se han contabilizado hasta hoy y que esperan incrementarse notablemente durante estas fechas festivas, 655 personas se han sumergido en la historia de estos códices de la mano de las visitas guiadas. El programa de actividades lo han completado los talleres didácticos que se han desarrollado en los últimos meses de la muestra y por los que han pasado cerca de 250 jóvenes de distintos centros educativos como el IES Sierra de Guara, o los colegios Santa Rosa y Santa Ana, o el Conservatorio de Música de Huesca.

Con ellos se ha llevado a cabo primero una visita por el museo y la Catedral para ayudarlos a ponerse en contexto, y después han conocido los cantorales que han podido observar de cerca para sorprenderse las peculiaridades del pergamino y la originalidad de la caligrafía. Como no es lo mismo verlo que vivirlo, la visita se ha completado con un taller en el que los escolares se convierten en maestros calígrafos aprendiendo a manejar la pluma y a reproducir las letras capitales. La mezcla de los pigmentos, el proceso de policromado o cómo aplicar el pan de oro son algunas de las técnicas que han podido aprender en las cerca de dos horas que dura esta actividad, de la que se marchan con una plantilla para que puedan continuar con el trabajo en las aulas o en casa. Se basa en el  taller que impartió al comienzo de esta iniciativa el reconocido Ricardo Vicente, donde los más curiosos pudieron experimentar y aprender a desenvolverse con la pluma de metal típica en la Edad Media.