“Todo se transforma con el tiempo. Siempre va a haber adeptos a cada estilo musical. La moda actual es lo contemporáneo, pero para que lo que escuchamos ahora exista, tuvo que estar todo lo anterior”. Quien lo afirma, Idoipe, es un talentoso y brutal músico, productor y disyóquey. “Desde muy pequeño estuve ligado al mundo del folklore de Aragón. Mas adelante en mi carrera como DJ con la electrónica, y ahora mezclo ambas”. Junto a Freeman, ambos dieron vida al maravilloso directo cual Prometeo liberado celebrado en Santa Cruz de la Serós la noche del pasado viernes, dentro de la programación del XXXII Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza Diputación de Huesca. 

Javier Jiménez es responsable de Freeman Creación Audiovisual. Desde su productora, los conceptos y las ideas de cada proyecto son el sello de garantía que marca esa diferencia significativa a la que siempre aludía Bernbach. Y es que entre directores creativos anda el juego, entre la curiosidad y la invención con la intención de estimular retinas y narrativas. En estas, Jiménez prosigue con su cuidadosa investigación de nuestro rico y variado patrimonio, ejerciendo de comprometido chamán visual de un arte digital, en pos de brindar una poderosa y lúdica experiencia e invitación a los ritmos y las emociones que proporciona el color en movimiento y, a más, en conjunción con otras artes.

El filósofo Walter Benjamin ya reivindicaba la casualidad y su espontaneidad ante el hecho creativo. Como decía sobre la pintura, “su generación-de-forma se funda originariamente en el espacio”. Lo mismo sucedía la pasada noche con el mapping sobre la fachada de la iglesia de Santa Cruz de la Serós y con las notas electrónicas de su compañero desde la mesa. Todo para regresar a la misma pregunta y reflexión primigenia: ¿De dónde proviene la belleza de la naturaleza? Un identitario de pro sobre el que ya ponía el foco el alemán Benjamin. Por tanto y en estas, la deconstrucción de Freeman e Idoipe profundiza mucho y bien (y con tremenda honestidad) a este debate, para dar su original y particular respuesta con su ‘Tañen Furo’.

El punto atractivo y fuerte de la actuación era muy sencillo y estaba más que pulido. Mientras Idoipe tocaba, tras él se manifestaba una gran proyección de videomaping sobre el exterior de la iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós, con rotundas imágenes extraídas del documental sobre las tradiciones del Pirineo aragonés que justo grabaron el año pasado con Freeman, un gran proyecto bautizado bajo ese nombre de ‘Tañen Furo’ y una propuesta tan creativa como receptiva que, volviendo a Benjamin, hace realidad la máxima de que “el intuir de la fantasía es un mirar dentro del canon”. Gran aplauso, pues, para ambos artistas por esta arquitectura de sonido y luz, gratamente conseguida entre ritmos, belleza, patrimonio y naturaleza.

”Este concierto lo hicimos hace un año para grabar el final del documental y casi ha sido como volver a vivirlo. En mi carrera nunca he tenido un equipo tan grande detrás para un concierto. Ha vuelto a ser único”, destaca Idoipe. En la fría noche a los pies de la iglesia de Santa María, el intérprete tocó temas todavía no publicados de la banda sonora original de su documental, disco que verá la luz en otoño, “y diría que desde que vivo en Barcelona, mi show ha mutado a ser mas consistente y electrónico. La gente que viene a mis conciertos se sorprende mucho de la música y la tildan de original. A modo de una sesión de DJ enlazo las canciones y no hay cortes, diría que es como un trance en el que el público no para quieto”. Trance y dance, sí.

Desde que lanzó ‘Cierzo lento’ hace dos años, Idoipe se encuentra con el sello madrileño El Tragaluz y no ha dejado de tocar por toda España: “La verdad que no me puedo quejar, me siento muy afortunado. En estos momentos estamos con el lanzamiento de la pieza documental y de su banda sonora. No dejo de estar en constante crecimiento y siempre en movimiento, y ya estoy trabajando en un tercer disco. Como decía, ahora estoy en la Ciudad Condal y estoy conociendo a otros artistas de muy distintas nacionalidades, de los que estoy aprendiendo mucho, con lo que mi música va adquiriendo otra nueva forma”, comparte Idoipe.