La Diputación de Huesca va a ejecutar obras de emergencia en la red viaria provincial y en los accesos a las localidades altoaragonesas para atender a los territorios afectados por las intensas lluvias de las que hoy hace un mes. Así lo ha manifestado el máximo responsable de la DPH, Antonio Cosculluela, al acabar el Pleno extraordinario en el que se ha aprobado por unanimidad este asunto y con el que se ponen en marcha estas intervenciones que alcanzarán a una treintena de carreteras de la provincia.
A 1.101.100 euros asciende la partida extraordinaria que la Diputación Provincial de Huesca destinará a restablecer la normalidad en las infraestructuras viarias y, por tanto, en los desplazamientos entre pueblos y vecinos tras el temporal sufrido el pasado mes de octubre. Estas obras de acondicionamiento y reparación se contemplan en la ayuda total de 2,8 millones de euros que la Diputación invertirá en la reparación prioritaria de diferentes infraestructuras, sobre todo de competencia municipale, y se centran en carreteras localizadas en municipios de las zonas de Jacetania, Alto Gállego, Hoya de Huesca y Sobrarbe, pero es necesario realizar otros trabajos en vías de otras tres comarcas que también presentan problemas.
Antonio Cosculluela ha informado de que se va a actuar atendiendo a las peticiones trasladadas por los municipios durante las últimas semanas y a la valoración de daños realizada por los técnicos de Cooperación y Obras de la DPH y que se concretan en obras de diversa naturaleza.
Hay más de quince carreteras provinciales afectadas por las lluvias, y en las que se llevarán a cabo intervenciones. Así la HU-V-3003 a Javierrelatre desde la A-1205 se inundó en el cruce con la autonómica cuyo puente se encuentra descalzado y el pavimento en mal estado; la HU-V-2024 de Ansó a Zuriza, además de destrozos en el pavimento y muros, sufrió la caída de árboles en la calzada. En su mayor parte las actuaciones tendrán que hacer frente a la erosión de pavimentos, deterioros en las obras de fábrica, cunetas anegadas, desprendimientos y deslizamientos producidos por el arrastre de las aguas. Se contemplan en las carreteras HU-V-2201 en el municipio de Borau; HU-V-9331 en La Puebla de Fantova; HU-V-3241 Apiés-Nueno; la HU-V-8103 en Buñales; HU-V-8611 Alcolea- Chalamera; las HU-V-3313 y HU-V-3141 a Castejón de Arbaniés y Lierta respectivamente; HU-V-8102 y HU-V-8101 en los municipios de Monflorite y Vicién; HU-V-3011 de Navasa; la HU-V-3243 en Santa Eulalia de la Peña, HU-V- 3001 Rasal-La Peña; la HU-V-9601 en el Valle de Bardagí y la carretera provincial Plan-Gistaín, donde se tendrá que actuar en la calzadas, cunetas y muros de escollera.
Al mismo tiempo se actuará de urgencia en las vías locales de cuya encomienda y mantenimiento se encarga la Diputación. En concreto, las intervenciones más importantes se realizarán en la carretera a Jasa por Aísa desde Borau con afecciones por el deslizamiento de la ladera; en la Caldearenas-Monrepós; en los accesos a Pueyo de Jaca y Hoz, donde también ha habido afecciones en las obras de paso en barrancos; y en los que llegan hasta las poblaciones de Lamata, Olsón y Mondot, en Aínsa. También se repondrán pavimentos, drenajes y desprendimientos en calzadas en las vías de acceso a Betesa y Cirés, Bergua, Castelflorite, a Humo de Rañin y Caneto, Fanlo, a Rasal desde Arguis, y en la que une Javierre del Obispo con Lárrede en Sabiñánigo.
Estas obras de emergencia, con un importe de más de un millón de euros, se completan con otras ayudas a los municipios hasta completar la partida extraordinaria de 2, 8 millones de euros de la Diputación Provincial para paliar estos daños. El resto de desperfectos en los municipios se localizan en las calles de los cascos urbanos, roturas de captaciones o abastecimientos de agua, así como los ocasionados en viviendas que impiden a varias familias usarlas como residencia, entre muchos otros.