Cómo colocar el tubo en la tierra, qué condiciones son óptimas para el cultivo o el riego de las plantaciones truferas son algunos de los aspectos que tienen cabida en la Guía de Buenas Prácticas en Truficultura, enmarcada dentro del programa 'Cul-Tuber'.
Los truficultores disponen de un manual para identificar, plantar, podar, regar y producir la trufa gracias a la 'Guía de Buenas Prácticas en Truficultura', una publicación editada por la Diputación Provincial de Huesca, que forma parte de la apuesta por el desarrollo de este cultivo en el territorio altoaragonés.
La presentación de la publicación, de la que se han editado 500 ejemplares, ha tenido lugar en el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura de Graus con la presencia del diputado de Iniciativas Locales de la Diputación, José Torralba, la alcaldesa de Graus, María Victoria Celaya, responsables de la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón, además de María Martín, Eva Gómez y Ana Incausa, todas ellas ingenieras y que han dado forma a los contenidos de la guía.
Podrán recogerla de forma gratuita tanto en el centro grausino como en la sede de la Diputación en Huesca tanto trabajadores, especialmente de pequeñas y medianas empresas, y por cuenta propia. Todo ello en el marco del programa 'Cul-Tuber', que desarrolla la Diputación Provincial y la Fundación Biodiversidad, a través del Programa Empleaverde 2007-2013 del Fondo Social Europeo.
A lo largo de 60 páginas, y con el apoyo de material gráfico, los interesados, entre los que también se encuentran los apasionados de la trufa, pueden acceder a toda la información que necesitan para introducirse en el cultivo de los hongos fructificados, que deben su alto precio en el mercado al mimo con el que hay que tratarlos antes, durante y después de su crecimiento.
Así, conseguir un terreno trufero de buena calidad requiere conocimiento y esfuerzo, y con esta guía se pretende facilitar el trabajo a los truficultores, quienes, además, podrán acceder a algunas direcciones de interés, bibliografía y al glosario con las palabras clave para el cultivo de la trufa.
QUÉ OFRECE LA GUÍA
- Antes del cultivo
La guía explica que las truferas se desarrollan en suelos pobres, donde el hongo aporta a la planta lo que ésta no es capaz de asimilar directamente del suelo y, a cambio, ofrece al hongo aquellos productos que él no puede sintetizar y un sustrato sobre el que poder reproducirse. Este equilibrio es el que hace que la truficultura sea una actividad muy difícil, ya que hay que cuidarlas con mimo y dejar que el proceso siga su curso. Puede durar entre 5 y 9 años, y depende de factores como el clima, la ecología y la orientación. Otro de los aspectos fundamentales de esta publicación es la diferenciación de los tipos de trufa, para que la plantación dependa de las características del terreno.
- Plantación
Cuando el truficultor ha estudiado su plantación, debe de elegir si comenzará en primavera y otoño. Dependiendo de ello habrá que dejar después más espacio entre los hoyos en los que se van a introducir las futuras trufas, que en un primer momento deben quedar cubiertas hasta el cuello para ser rellenadas con tierra fina. En este periodo de asentamiento es conveniente utilizar tubos protectores. Su correcta colocación es fundamental, porque, de lo contrario, resultaría perjudicial.
- Cultivo
El truficultor mediante la observación y el sentido común tiene que tomar las decisiones correctas en cada periodo. En los dos o tres primeros años de plantación, se recomienda tener el terreno limpio de malas hierbas y asegurar un aporte hídrico de supervivencia. Cuando el hongo empieza a desarrollarse se puede iniciar una poda suave y un control de raíces por parte de un organismo acreditado. Ya una vez ha aparecido el quemado, entre el quinto y el sexto año, se realiza el mantenimiento del suelo según las características de la tierra. Por último, comienza la etapa de producción, que se puede dar entre el sexto y el octavo año de vida de la planta. En este momento, lo más importante es el riego y la recolección.
- Cosecha
La época de recolección viene marcada por la ley, entre el 15 de noviembre y el 15 de marzo. En ella, se recomienda no retirar las trufas inmaduras o las demasiado maduras, y en el caso de la silvestre se realiza con la ayuda del perro, que se adiestra con pocos meses de edad. En esta fase, y si la parcela ha evolucionado favorablemente, se pueden recoger entre 20 y 80 kilos por hectárea plantada, que serviría para amortizar la inversión inicial en ese terreno, de entre 4.500 y 5.500 euros, y comenzar a sacar beneficios.