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Un apasionante y apasionado viaje familiar al corazón de Bach
Imagen: Un apasionante y apasionado viaje familiar al corazón de Bach 13-08-2025

La iglesia de Hecho acogió la noche del pasado martes el duodécimo gran concierto de la trigésimo cuarta edición del Festival Internacional en el Camino de Santiago (FICS) que organiza la Diputación de Huesca. Integrada por Luis Martínez (traverso) y Alfonso Sebastián (clave), La Guirlande ofreció un preciso y precioso recital que fue mucho más que un viaje por el Barroco. Resultó ser una conversación íntima y a la vez caleidoscópica con una de las familias más influyentes de la Historia de la Música: la de Johann Sebastian Bach y varios de sus hijos, quienes, pese a compartir apellido y genética musical, siguieron sendas estéticas más que distintas.

El nombre del grupo, tomado de uno de los símbolos del dios Apolo, evoca la gloria y el reconocimiento en las Artes. Y no es casual: desde su fundación, La Guirlande ha apostado por la excelencia interpretativa, con un foco especial en el repertorio de los siglos XVIII y XIX y un protagonismo inequívoco para la flauta travesera. Martínez, profesor de traverso en la ESMUC de Barcelona y director artístico de la agrupación, concibe cada programa como un espacio de equilibrio y complicidad compartida con el público, como así sucedió en Hecho.

El repertorio, que ya había sido estrenado en Aragón hace siete años, se vertebró en torno a un diálogo sonoro entre el maestro de Leipzig y algunos de sus más notables hijos: Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel y Johann Christian. A su manera, cada uno se dejó seducir por el lenguaje de la época galante y preclásica, explorando colores y estructuras que se alejaban del denso contrapunto paterno. Por tanto, la escucha en la iglesia de San Martín ofreció un panorama ecléctico y fascinante a la vez, o cómo un mismo legado podía multiplicarse en estilos tan diversos.

Una de las cúspides del recital llegó con la ‘Sonata para flauta y clave obbligato en si menor BWV 1030’, una de las obras de cámara más obligadas del repertorio barroco. Martínez y Sebastián la abordaron con gran precisión y lirismo contenido, desplegando un fraseo que respiraba en cada compás. El traverso se fundía y dialogaba con un clave que, lejos de ser mero acompañante, asumía un papel solista en igualdad de condiciones. En este repertorio, como bien recordó el propio Martínez, hay que escuchar tanto la voz de la flauta como la mano derecha del clave, mientras la izquierda sostiene el armazón armónico.

Y como importante valor añadido a agradecer, La Guirlande no solo interpreta: también contextualiza. Entre obra y pieza, los músicos —especialmente Alfonso Sebastián— ofrecieron comentarios que adelantaban y guiaban al oyente por los caminos íntimos y humanos, estilísticos y más que conectados de la familia Bach, subrayando matices, anécdotas y contrapuntos. La ejecución de las obras de los hijos de Bach mostró una gama expresiva más ligera, en contraste con la densidad arquitectónica del reconocido y reconocible padre. Un contraste que hizo de lúcido arco narrativo, para poder juntar a todos estos compositores bajo la misma guirnalda apolínea de La Guirlande.

Luis Martínez reconoce que las músicas antigua y barroca atraviesan por un momento de incertidumbre, con presupuestos menguantes y la necesidad de formatos reducidos que, aunque viables, no siempre permiten desplegar todo el potencial que guardan ciertos repertorios. Aun así, la formación se encuentra en un momento fértil: ultima la edición de su cuarto disco, previsto para finales de este año o primeros de 2026; y avanza en varios proyectos de recuperación patrimonial que verán la luz en los próximos dos años.

Al final, lo que resultó en Hecho fue la sensación de haber asistido a una velada especial y única de Música, en el sentido más noble del término y la disciplina: íntima, exigente, ejecutada para escucharse con todos los sentidos, donde el traverso y el clave se dieron fuerte la mano para trazar un puente sonoro entre la familia y sus generaciones. Y en ese camino conectado, el público, que aplaudió el detalle y talento de ambos intérpretes, quedó emplazado a una nueva cita a mayor gloria sonora de los Bach.