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Uno de los conjuntos de cantorales más destacados ve la luz en el recién restaurado Tanto Monta para poner color a la música
Imagen: Miguel Gracia en la inauguración de la exposición que muestra los cantorales conservados. P. OTÍN Miguel Gracia en la inauguración de la exposición que muestra los cantorales conservados. P. OTÍN 19-12-2017 Oferta cultural IEA

El salón Tanto Monta de la seo oscense se ha llenado de público en la tarde de este martes para admirar los cantorales de la Catedral de Huesca, con miniaturas realizadas entre finales del siglo XV y hasta el el XVIII, que hacen de ellos la colección histórica más importante de libros de canto llano que existe en los archivos aragoneses.

Ha sido el Presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, quien inauguraba la actividad cultural de este espacio recién rehabilitado haciendo referencia a lo pertinente y armónico con el contenido de la exposición, "por primera vez se pueden ver la práctica totalidad de estos cantorales en un espacio tan extraordinario y lleno de historia, una de las joyas patrimoniales de esta ciudad", ha destacado. Para Gracia la importancia radica en que "la coordinación entre instituciones ha hecho posible recuperar y saber más del patrimonio que tenemos".

En palabras de la obispo de la Diócesis de Huesca, Julián Ruiz, quien se mostraba agradecido de que haya podido ver la luz, hablaba de la música como "muestra de sentimientos y vivencias" y ha dicho que descubrir estos cantorales es "reencontrarnos con las raíces de nuestra historia y con nosotros mismos".

En la inauguración también han estado presentes el concejal del Ayuntamiento de Huesca, Antonio Sanclemente, la diputada de Cultura, Berta Fernández, el director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Fernando Alvira, el director del Museo Diocesano, José María Nasarre, o el deán de la Catedral, Juan Carlos Barón, además de la historiadora y comisaria de la exposición, Carmen Morte, quien destacada el valor incalculable de estas piezas. Morte ha explicado al público cómo las primeras constituciones jerónimas recogen la importancia del canto en el coro "y también los cronistas y los historiadores de la orden insistieron en su significado para unos monjes que dedicaban hasta ocho horas diarias".

La exposición saca a la luz el conjunto de los cantorales que se conservan en la Catedral de Huesca procedentes del Monasterio de Santa Engracia de Zaragoza, en concreto diecinueve de los veinticuatro grandes libros de coro. Llegaron después de la desamortización de 1835, dado que dependía de la diócesis oscense desde que el rey de Aragón Alfonso I entregó en 1118 al obispo Esteban el santuario de las Santas Masas como recompensa por su colaboración en la reconquista de Zaragoza.

Uno de los aspectos más importantes de las órdenes religiosas son precisamente los libros de música litúrgica, realizados casi siempre en  el taller de producción libraría de los monasterios. En la exposición se recrea un scriptorium para mostrar al público cómo pudo ser en los monasterios jerónimos, con fuentes gráficas de información y obras originales: escritorios, escultura, pintura, orfebrería y otros objetos.

Los cantorales ponían color a la música, de la misma forma que lo va hacer en el recién restaurado salón del Tanto Monta y esta rica producción artística al conocimiento del  patrimonio aragonés. Durante la visita a la exposición el público podrá escuchar melodías de canto llano, similares a las de los cantorales expuestos que también se van a mostrar de manera interactiva con una versión digitalizada de las miniaturas para adentrarse en el detalle y su importancia. Coincidiendo con la apertura de la exposición hasta finales de marzo también se realizará un ciclo de conferencias y actividades educativas.