María Pilar Torres - De alumna a profesora
María Pilar Torres nació en Venezuela, de padres aragoneses. Vino al valle de Benasque, donde tenía familia, por una oportunidad de trabajo en el sector de la Hostelería. Estudió dos años esta profesión en la Escuela de Guayente y otros dos para el título superior en Asturias. Trabajó seis años como pastelera en Barcelona y regresó al valle ribagorzano, donde ejerce de profesora de esta especialidad en la Escuela en la que se formó, en Guayente.
Es obligado preguntar por la sensación que se tiene con este cambio. «Es la otra cara de la moneda. Hay otros métodos y esquemas que los existentes en mi época escolar, pero es interesante también». Además, ella ha sido estudiante allí y no hace tanto tiempo que estaba en el otro lado del aula. La experiencia sirve.
Aquí se encuentra bien. Echa de menos la línea horizontal de la playa en su tierra natal, pero hay otros atractivos. Destaca la tranquilidad y explica que «en Barcelona, el obrador, la fábrica, la venta… la presión era mayor». Aquí es diferente y esa tranquilidad «es emocional y espiritual, el monte sin teléfonos, sin ruidos, sin coches, las estrellas...». Se aprecia el día a día sin las rutinas de la ciudad que encorsetan la vida cotidiana. Lo que no le acaba de convencer es esta entrevista porque a ella le gusta pasar desapercibida. Bueno, acabamos para que siga con su dulce trabajo.