Manolo Cárceles - Encargado del multiservicio
Sangarrén tenía una tienda con bar y estanco, un «centro comercial» dice sonriendo Manolo Cárceles. La jubilación del propietario hizo que, al intentar renovar la licencia, se viera que la legislación impedía compaginar todo en un mismo espacio. Se cerró la tienda y perdieron los habitantes de Sangarrén y los usuarios de las viviendas de turismo rural, que para cualquier compra, debían desplazarse.
Manuel Cárceles llevaba años en Sangarrén, a donde había llegado desde Alicante buscando el Pirineo. Con familia en Aínsa, lo conocía y lo deseaba. Vio una buena oportunidad en el asunto de la tienda. Se informó en la Cámara de Comercio e Industria sobre los denominados «multiservicios», que encajaban con la necesidad de Sangarrén. Como esta iniciativa se tramitaba a través de los ayuntamientos, preparó la documentación y el 16 de diciembre llevará dos años con su multiservicio rural, una tienda en la que los habitantes de Sangarrén y los visitantes pueden hacer sus compras sin tener que salir fuera.
«Si no ofreces servicios –explica Manolo- no va a venir gente joven a instalarse en el mundo rural». Destaca que la vida aquí es más barata porque hay menos necesidades y más colaboración entre todos los vecinos. «En una economía ajustada se comparte con los demás y se hace una vida más social, lejos del individualismo de la ciudad».