Ballobar. Parque Forestal La Sierra
6 de Julio. 20:30 horas
Música. Aforo: 300
A la sombra de las ripas de Ballobar, donde se abrazan los cauces de los ríos Alcanadre y Cinca, se encuentra el núcleo urbano de Ballobar, con su imponente puente medieval y la iglesia de la Asunción, de transición entre el románico tardío y el gótico, y construida sobre la antigua mezquita.
Para dominar el impresionante paisaje, presidido por el desierto monegrino y rematado por el oasis fluvial del Cinca, es aconsejable subir a la ermita de San Juan Bautista o La Forza, desde donde se divisan los verticales escarpes en talud de las ripas de Ballobar. Pero nuestra opción es alcanzar el Pinar de la Sierra o Parque Forestal La Sierra, un pulmón de arbolado con zonas de pic-nic, área recreativa y una fuente, donde comienza un sendero que nos llevaría hasta el alto de los sasos (GR-261).
Tras llegar a Ballobar desde Sariñena o Fraga por la A-131 habrá que cruzar el pueblo atravesando la avenida Autonomía para llegar directamente al Parque de la Sierra. Llegaríamos directamente a él si accediéramos a Ballobar por la HU-V-8601, que parte de la A-2214, a medio camino entre Ontiñena y Candasnos.
Los Sara Fontan (Cataluña)
Militantes a ultranza de la música independiente, Los Sara Fontan ejercen de rara avis anti industria. Tres años de gira permanente tras su fundación en 2019 sin grabar un solo tema, ni un vídeo clip, los llevó por media Europa y los convirtió en un misterio volátil que convertía cada concierto en una especie de liturgia irrepetible que solo quedaba en el recuerdo de quienes la habían disfrutado. El dúo experimental ofrecía sus armas: un violín, un teclado y una batería, además de un arsenal de pedales, efectos y recursos, pero se negaban a que nada quedara registrado.
Cuando decidieron grabar el año pasado nadie podía creerlo. Habían podido más todas aquellas personas que después de cada concierto les imploraban el poder llevarse esa experiencia a casa.
Pero Queda pendiente no es el resumen de sus cinco años de vida, sino que es el fiel reflejo de lo que Los Sara Fontan son ahora mismo. Grabado en directo, es un disco vivo, contemporáneo, contundente; un ejercicio de libertad sonora que en sus directos se convierte en celebración salvaje donde los poli-ritmos, los silencios o la presión sonora nos hacen pensar que Los Sara Fontan hacen con nosotros lo que quieren.