Mientras continúa el proyecto de recuperación y consolidación, La Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes abre al público con el programa de visitas guiadas puesto en marcha por la DPH que esta semana se prolongará de jueves a domingo al abrir también los festivos para difundir este destacado conjunto patrimonial poco conocido hasta ahora, incluso por quienes han vivido en sus inmediaciones. Las visitas son gratuitas y de aproximadamente una hora, a lo largo de la cual el equipo narra la azarosa vida del monasterio creado bajo el patrocinio de los Condes de Sástago a principios del siglo XVI que desde hace dos años es propiedad de la Diputación Provincial de Huesca.
A lo largo del último mes se han contabilizado 603 visitantes, movidos por el interés de adentrarse en uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura de la Ilustración en Aragón y en su particular historia. En lo que va de abril 230 personas han llegado a este conjunto del que uno de los elementos que más llama la atención es la obra pictórica de Fray Manuel Bayeu que se despliega en paredes, techos, bóvedas y capillas hasta la cúpula, en más de 2.000 metros cuadrados.
El horario general es de 11 a 14 horas y la entrada es libre
La media de visitantes diarios se sitúa en las 62 personas, con procedencias muy dispares, de más de 60 poblaciones distintas. La mayoría llega de Aragón, en concreto de Zaragoza y de diferentes puntos de la provincia altoaragonesa, pero los hay procedentes de la vecina Cataluña, de la Comunidad de Madrid, gallegos, vascos, sorianos o castellano leoneses desde el pasado mes de marzo, periodo durante el que también ha habido de nuevo visitantes internacionales de países como Italia o Francia. El libro de visitas, que puede consultarse en www.dphuesca.es/visitas, va ya por las 120 páginas. Entre las visitas de cada fin de semana siempre hay historias especiales como la del domingo pasado cuando llegaron desde Canarias los descendientes de Bernabé Romeo, quien fue propietario durante unos años del conjunto.
La media de visitantes se sitúa en más de 60 personas, con procedencias muy dispares
La conocida como La Cartuja de Monegros estará abierta más de 100 días a lo largo de este año tanto los fines de semana como los festivos, empezando por el jueves y viernes santo, el primero de mayo, el 15 de agosto, el día del Pilar, el 1 de noviembre y en diciembre los días 6 y 8. Además, para el 15 de mayo se está preparando una visita teatralizada coincidiendo con la tradicional romería de San Isidro. Hasta completar las jornadas disponibles, varios días al mes también pueden visitarla grandes grupos con reserva previa en el correo visitalacartuja@dphuesca.es o en el teléfono 678 436297 (en horario de 10 a 13 y de 16 a 19h). Para el resto de días la entrada es libre en el horario general, de 11 a 14 horas.
Singular recorrido por uno de los más desconocidos monumentos altoaragoneses
El público comienza el recorrido por la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes sabiendo que fue el primer monasterio cartujano fundado en el Reino de Aragón y el decimoquinto en el territorio español o que, ante las deficiencias que presentaban las instalaciones, se levanta otro de nueva planta siguiendo los modelos de las cartujas zaragozanas del Aula Dei y la Inmaculada Concepción. El público puede conocer en este recorrido la trayectoria artística de fray Manuel Bayeu, sus trabajos dentro y fuera del monasterio en diferentes iglesias, cenobios y catedrales, que muestran su extraordinaria capacidad de trabajo. Durante el tiempo que estuvo en Las Fuentes, unos treinta años de su vida, dejó el mayor conjunto de pintura en extensión y el tercero de Aragón en importancia.
Durante la visita se revelan historias y anécdotas relacionadas con el conjunto y su entorno, pero especialmente las diferentes estancias que componen la iglesia, junto a las pinturas que están en el techo o en los muros. En la capilla del Sagrario se puede apreciar su ornamentación, el tabernáculo y las huellas de la Guerra Civil en el suelo y las paredes; en la tribuna se indica su función (lugar de asistencia a la misa de familiares y visitantes), sus pinturas y el proceso de elaboración. Al llegar al crucero se explican sus alegorías, los últimos conocimientos sobre las pinturas y la inscripción en la base de la cúpula.
Cuando la guía acompaña en el tramo final del recorrido a los visitantes al claustrillo de Las Capillas muestra una serie de alegorías que recuerdan cómo debía ser un buen cartujo en pinturas de estilo rococó. En la capilla de San Bruno los visitantes pueden contemplar el magnífico autorretrato de fray Manuel Bayeu y en la otra capilla la pintura del Nacimiento de La Virgen. Se completa la visita por el claustrillo comentando las pinturas y contestando a las preguntas de los visitantes por el equipo de Sueña Monegros, empresa encargada de este servicio.
También pueden visualizar las explicaciones en imágenes, dibujos y esquemas. Como curiosidad, una fotografía tomada en 1935 y de gran tamaño, del retablo original de Carlos Salas Vilaseca, destruido durante la Guerra Civil junto a otra en la que se ve la cabecera del templo tras desaparecer el gran trabajo escultórico o algunas monedas del siglo XVIII con las que se pagaban los trabajos a los artistas, ajenos a la orden, que realizaban sus trabajos en esta cartuja.