La convocatoria pone el foco en el apoyo a los artistas visuales para la realización de sus proyectos y están destinadas a creadores de cualquier disciplina artística que quieran desarrollar trabajos de creación en investigación relacionados con el territorio.
JORGE ISLA
Título del proyecto: ¿por qué las viviendas sociales tienen fachadas de colores?
PROPUESTA ECONÓMICA: 10.769 euros
¿Por qué las viviendas sociales han de tener fachadas de colores? se define como un proyecto colaborativo dentro de la ciudad de Huesca, que aúna una investigación social, teórica y plástica sobre el conjunto de viviendas sociales de Villa Isabel. Propone, desde una perspectiva multidisciplinar: escritura, imágenes de archivo, fotografía y pintura, una investigación centrada en las Casas Baratas de la ciudad de Huesca, un complejo de viviendas unifamiliares obra del arquitecto Francisco Clavera Armenteros, cuya construcción comenzó en marzo de 1942 y se prolongó hasta 1949.
Jorge Isla, mediante esta propuesta pondrá en cuestión cómo la arquitectura es un gran ejemplo de la estetización de la imagen de aquello que surgió por una crisis económica y social. El proyecto estudiará, in-situ, a través de un trabajo de campo de carácter antropológico la realidad de los habitantes de las 64 casas de Villa Isabel con la finalidad de construir un discurso teórico, a la par que plástico, en el ámbito arquitectónico, político y mediático que relate las expectativas y necesidades de los vecinos de éste conjunto de viviendas y el por qué del color de sus fachadas. Pretende poner en manifiesto, como señala H. Capel que, en una sociedad capitalista, la ciudad no pertenece a sus habitantes y no se modela en función de sus intereses, sino de acuerdo con los de otra serie de agentes como por ejemplo, la estética.
Este proyecto inédito, surge de la observación de la ciudad, de conocer un tipo de arquitectura que siempre ha estado presente, de conocer su historia y de hablar de la memoria, de lo que esconden los 64 colores de Villa Isabel, etc.
Para ello, y con la finalidad de llevar el proyecto a cabo, además de toda la información textual y de archivo, se producirán, en primer lugar, un conjunto de fotografías de pequeño formato y una pieza de videoarte a modo de documental-colaborativo con testimonios de los propios vecinos en voz en off sobre imágenes estáticas y contemplativas del reflejo de las 64 casas sobre las carrocerías de los coches que hoy en día aparcan en Villa Isabel, mostrando un tipo de imagen aberrada de las mismas, debido a las violentas curvaturas de las chapas, insistiendo en la idea de cambio y cómo la contemporaneidad, y en este caso, los automóviles, se concentran en lo que fue un barrio periférico.
Por otro lado, se producirán un conjunto de 64 obras pictóricas monocromas generadas por un engrudo compuesto por agua, mortero, cal y pigmentos -64 colores- sobre lienzo crudo que definan una secuencia de 64 obras pictóricas únicas, como son las 64 casas que componen hoy en día Villa Isabel. Un tipo de desarrollo formal que muestre ese barrio a través de una reinterpretación a modo de homenaje conmemorativo. Mediante estas pinturas se propondrá una interpretación de este fenómeno inmobiliario, social y económico, a través de un medio tradicional y clásico donde, de alguna manera, esas arquitecturas pasen a convertirse metafóricamente en obras, siendo éstas una presentación artística de una determinada realidad social. Se trata de utilizar la pintura como un acto, de interpretación. Una ventana, un puente entre el barrio y el concepto del proyecto.